Irene Ocampo Cruz, representante en Morelos  de dicho movimiento -que surgió en las redes sociales-informó que entregaron a la dependencia un documento en el que se exige el esclarecimiento del homicidio del médico Marino Román Miranda -asesinado recientemente en su consultorio ubicado en el municipio de Temixco- al igual que a todos los casos en que integrantes del gremio han sido víctimas de delitos.

“No queremos que se fabriquen culpables, para tratar de dar carpetazo a problemas reales. No es el único caso y no sólo ocurre en Morelos, son también en otras entidades en las que los médicos especialistas, generales, residentes, pasantes, han sido agredidos de diversas formas. Van desde la agresión verbal, la amenaza, la extorsión y hasta le hecho de que un médico no pueda resolver atender  a un paciente porque requieren otro tipo o nivel de atención, y la familia amenaza a los médicos pasantes”.

Recordó que el año pasado ocurrió una presunta violación a una pasante en un centro de salud, y así hasta los casos de secuestro y homicidio que se han dado a conocer públicamente.

Destacó que los galenos no pueden hacer milagros, y en muchos casos no cuentan con el equipo necesario, ni los materiales, pero las personas focalizan la atención o dirigen su enojo a los médicos, a quienes consideran como los únicos responsables.

Apuntó que este tipo de manifestaciones se reproducen en prácticamente todos lo estados de la República y el acuerdo es buscar acercamientos con diputados y senadores para buscar cambios en la legislación, para que se despenalice el acto médico, porque insistió en que la mayoría de los profesionales de la salud son tratados como criminales cuando se presentan denuncias de presunta negligencia sin antes contar con dictámenes de expertos.

Los manifestantes hicieron notar la diferencia en cuanto a la aplicación de la justicia: cuando un médico es víctima de un delito como los ya referidos, que quedan en la impunidad, y cuando se denuncia una supuesta responsabilidad profesional y de inmediato sí se actúa y se detiene a los acusados como lo peores criminales.