Reconoció que todavía quedan poblaciones lejos de las concentraciones urbanas, a las que por diversas razones no se ha logrado introducir sistemas de abastecimiento. Muchas veces se debe a las distancias, otras a la inexistencia de manantiales y fuentes de abastecimiento, "pero ello de ninguna manera significa que para nosotros no sea un asunto de importancia, por supuesto que es materia de preocupación y la instrucción del gobernador es ir por el cien por ciento". Pero Hinojosa Martínez admitió que en una entidad de elevada inmigración y crecimiento urbano es casi imposible levantar la bandera blanca en este aspecto, porque aparecen asentamientos urbanos de nueva creación por todos lados, la mayoría de los casos en forma irregular, pero lo primero que reclaman es agua y otros servicios indispensables para su sobrevivencia. El funcionario agregó que hay zonas muy específicas con esta carencia del vital líquido, sobre todo, poblados que corresponden a los municipios de la parte norte de Cuernavaca y de los altos de Morelos. La contradicción es que es en esa región boscosa donde se genera el agua que consumimos en el resto de la entidad y hasta en estados vecinos, pero ellos son los que padecen la carestía, no obstante, a través de construcción de ollas de agua y otras estructuras de almacenamiento se viene superando el problema. En lo que corresponde a la parte agropecuaria, dijo que finalmente se acumuló suficiente agua en las presas para no tener problemas, incluso la laguna de El Rodeo casi se llenó y el campo contará con la necesaria para la producción.