En reunión con el diputado priista Jorge Arizmendi García, el encargado de la ASF refirió que a la salida de Gerardo Casamata Gómez como auditor superior de fiscalización en diciembre del año pasado, el órgano enfrentaba deudas importantes, además de la poca efectividad en el trabajo.

Afirmó que de una revisión a la Auditoría se encontró que la principal causa de la crisis fue el mal uso de los recursos, y es que Casamata Gómez enfrenta un proceso administrativo y jurídico por el presunto desvío de casi un millón y medio de pesos.

“La Auditoría era una bomba de tiempo: muchos rezagos económicos, operativos, recursos materiales, recursos humanos, en recursos financieros y en la situación tecnológica, cuestiones importantes para que la Auditoría opere en todos los sentidos. Somos de las auditorías más pobres del país”, afirmó González Velázquez.

El funcionario estatal dijo al diputado Arizmendi García que es urgente trabajar en el mejoramiento de la ASF y principalmente en su operatividad porque no se ha permitido que su trabajo rinda los resultados esperados.

Al respecto, el legislador priista advirtió que ya no se va a permitir más que este órgano auditor sirva para los intereses de algunas personas o funcionarios públicos, ni mucho menos para cometer actos de corrupción.

“Abatir cualquier intento de corrupción o impunidad en los servidores públicos municipales o estatales… la Auditoría ha sido ampliamente cuestionada, y es lo que queremos evitar, que sigan estas propuestas, estos comentarios que falta transparencia en la Auditoría. No queremos que esto suceda”, declaró.

El diputado Jorge Arizmendi García aseguró que se trabajará en garantizar mayor transparencia en el trabajo que desarrolla la Auditoría Superior de Fiscalización, aunque no dio nombres de trabajadores o funcionarios que aun en activo hayan actuado de forma irregular.