Por lo que se refiere al PAN, Mitofsky indagó sobre Adrián Rivera Pérez, Jesús Giles Sánchez y Víctor Manuel Caballero Solano. Bajo la pregunta ¿Usted, quién de ellos prefiere que sea el candidato a gobernador del PAN? El senador logró el 21.1 por ciento de las opiniones de los encuestados, una cifra que llega al 46.7% entre los que se declararon panistas.

Giles Sánchez, por su parte, obtuvo el 13.2 por ciento de las opiniones favorables del total de encuestados (el 20.6% entre los que se dijeron blanquiazules), mientras que Caballero Solano logró el 9.1% de aceptación, pero el 12.7 si sólo se contempla la opinión de los que se asumieron de ese partido (Tabla A) .

Por lo que se refiere al PRD y bajo la pregunta ¿Usted, quién de ellos prefiere que sea el candidato a gobernador del PRD? El también senador Graco Ramírez logra el 31% de aceptación entre la totalidad de los encuestados, mientras que le sigue Juan Salgado Brito con un 14.3% y Rabindranath Salazar Solorio (cuyo nombre quedó plasmado en el estudio como “Rabín Granat Salazar”) con un 6.2 por ciento.

El porcentaje obtenido si se toman en cuenta sólo las respuestas de los encuestados que se declararon perredistas ofrece las cifras de 53.6, 21.6 y 8.9 por ciento para Graco, Salgado Brito y Rabindranath, respectivamente (Tabla C).

Como ya se presentó ayer, en el caso del priismo y bajo la misma pregunta los resultados favorecen a Manuel Martínez Garrigós con el 27.6 del total de encuestados; un 15.1 para Amado Orihuela; un 10.6 para Maricela Sánchez Cortés y un 10.1 para Francisco Moreno Merino. (Tabla B)

Si sólo se consideran las respuestas de los que se asumen como priistas, los resultados son del 30.7 para Martínez Garrigós, 22.2 para Orihuela Trejo, 15.6 para Sánchez Cortés y un 11.4 para Moreno Merino.

La encuesta plantea lo que llama “escenarios de confrontación”. En uno de ellos señala que si Manuel Martínez Garrigós fuera el candidato del PRI, Graco Ramírez el del PRD y Adrián Rivera Pérez el del PAN, el priismo obtendría el 34.3 por ciento de la votación, por el 20.5 por ciento del PRD y el 15.3 por ciento del PAN. Si el candidato blanquiazul fuera Jesús Giles, la votación de su partido descendería al 14.6%, señalan los resultados del estudio realizado por la prestigiosa encuestadora.

CóMO SE HIZO

Sobre la metodología utilizada, Consulta Mitofsky señala que la población sujeta a estudio fue la compuesta por ciudadanos en viviendas particulares en el estado de Morelos. La encuesta fue levantada del 16 al 19 de julio del 2011 y respecto al esquema de selección detalla que “utilizando como marco de muestreo el listado de secciones electorales y sus resultados, se tomaron de manera sistemática 120 puntos de muestreo en 119 secciones electorales del Estado de Morelos. En cada sección se tomaron 2 manzanas (o grupo de viviendas en área rural), en cada manzana 5 viviendas y en cada vivienda un ciudadano”.

Consulta Mitofsky indica que el tamaño de la muestra fue de 1,200 ciudadanos del estado de Morelos.

Respecto del personal involucrado, especifica que fueron “55 encuestadores, 18 supervisores, 1 coordinador de campo, 1 responsable de campo, 10 codificadores, 9 capturistas, 1 analista de sistemas, 1 investigador, 1 responsable de investigación”.

Sobre el método de estimación, la empresa dice que “los resultados presentados no son frecuencias simples, sino estimaciones basadas en la utilización de factores de expansión, calculados como el inverso de la probabilidad de selección de cada individuo en la muestra y coerción por no-respuesta en cada sección”.

Sobre la confianza y error máximo, apunta que “aunque cada porcentaje tiene su propio error asociado, el diseño de muestra garantiza que en al menos 95 de cada 100 veces, el error no sobrepasa el 2.8% en las estimaciones para el Estado”.

También puntualiza que ?en los estudios de opinión pública, además del error muestral, se debe considerar que pueden existir otros errores ocasionados por el fraseo de las preguntas y las incidencias en el trabajo del campo”.

De acuerdo a información de especialistas, una encuesta en viviendas ofrece un mayor margen de seguridad sobre otros métodos, como encuestas telefónicas, ya que la densidad de las líneas de teléfono no alcanza a toda la población, sino que se concentra en las zonas más urbanizadas.