Durante seis años fue considerado el criminal más buscado de Morelos.

Un juez federal ratificó la sentencia de 20 años de prisión al otrora líder del cártel de “Los Rojos”, Santiago Mazari Hernández, por el delito de delincuencia organizada en su modalidad de narcotráfico.
La Fiscalía General de la República (FGR) informó que, tras cumplir con la reposición del procedimiento ordenado por un tribunal colegiado, el Juzgado Octavo de Distrito en Michoacán, con sede en Uruapan, confirmó la condena dictada en agosto de 2020 en contra del ex capo, quien actualmente se encuentra recluido en el Centro Federal de Readaptación Social 13 “CPS-Oaxaca”.

Mazari Hernández fue detenido el 1 de agosto de 2019 en el municipio guerrerense de Leonardo Bravo, donde durante varios días mantuvo un enfrentamiento con un grupo rival  por el control del corredor Cuernavaca-Chilpancingo para el trasiego de droga.

Durante casi seis años fue considerado como el criminal más buscado de Morelos y también el más escurridizo, ya que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y de la administración del otrora gobernador perredista, Graco Ramírez, logró burlar por lo menos siete operativos.

Su base de operación fue la zona sur de Morelos, especialmente el municipio de Amacuzac, que fue gobernado por su tío, Alfonso Miranda Gallegos, quien siendo nuevamente candidato a la alcaldía por la coalición Juntos Haremos Historia fue  detenido el 7 de mayo de 2018 y enfrenta un proceso penal  por la presunta comisión de los delitos de secuestro y delincuencia organizada.

Otros familiares de Mazari Hernández, entre ellos sus hijos Erick, Edwin Santiago y Alexis Oswaldo, posteriormente fueron detenidos por su participación en actividades ilícitas y están sometidos a proceso penal.

“El Carrete” era considerado uno de los principales generadores de violencia tanto en Morelos como en Guerrero, al mantener una sangrienta rivalidad con otras agrupaciones criminales por el control de zona.  

El ex líder de “Los Rojos” inicialmente fue recluido en el Centro Federal de Readaptación Social No. 2 “Occidente”, en Puente Grande, y posteriormente trasladado al penal federal en Oaxaca. Además, enfrenta tres procesos penales más por delitos contra la salud y secuestro.