Cinco personas murieron tras el accidente de un avión de la Secretaría de Marina-Armada de México ocurrido en Galveston, Texas, confirmó la propia dependencia. En la aeronave viajaban ocho personas, entre ellas un menor de edad; dos sobrevivieron y una más permanece desaparecida.
En un inicio se informó que cuatro pasajeros habían logrado salvarse, sin embargo, la Marina precisó posteriormente que solo dos personas sobrevivieron al siniestro.
Las labores de búsqueda y rescate fueron encabezadas por la Guardia Costera de Estados Unidos, que localizó la aeronave siniestrada en el agua.
El avión, un King Air con matrícula ANX 1209, se accidentó cuando realizaba maniobras de aproximación al Aeropuerto Internacional de Scholes.
De acuerdo con la Marina, la aeronave cumplía una misión de apoyo médico en coordinación con la Fundación Michou y Mau, y trasladaba a un niño que sería atendido en el hospital especializado Shriners Children’s de Galveston por quemaduras graves.
A bordo viajaban cuatro elementos navales, el menor y tres civiles, entre ellos personal médico. Medios locales reportaron que el accidente ocurrió en medio de una densa niebla.
El avión cayó en la Bahía de West Galveston, a la altura del Puente Causeway, alrededor de las cuatro de la tarde, cuando estaba por aterrizar.
Datos del portal Flightradar24 indican que la aeronave había despegado de Mérida, Yucatán. Tras el accidente, la Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) iniciaron una investigación para determinar las causas del siniestro.
De manera paralela, el Consulado General de México en Houston comenzó los trámites para apoyar a las familias de las víctimas en la repatriación de los cuerpos.
La Oficina del Sheriff del condado de Galveston informó que el lunes 22 de diciembre recibió el reporte del accidente y solicitó a la población evitar la zona para facilitar el trabajo de los equipos de emergencia.
El informe oficial señala que el Departamento de Seguridad de Texas estará a cargo de la investigación, mientras que el Departamento de Bomberos de Nueva York apoya a las autoridades locales en las labores de rescate.
