Trabajadores de la mina de Cananea, en Sonora, del Sindicato Nacional Minero liderado por Napoleón Gómez Urrutia, pusieron fin a una de las huelgas más largas en la historia de México, tras mantenerse en resistencia durante más de 18 años.
Durante este largo período, los mineros enfrentaron despidos, hambre, represión y agresiones sistemáticas por parte de Grupo México, con la supuesta complicidad de los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. En este tiempo, al menos 52 trabajadores fallecieron.
Ayer, en asamblea general de la sección 65 de Cananea, los trabajadores aprobaron por unanimidad un acuerdo definitivo, que forma parte de un Plan de Solución Integral elaborado con la participación del Sindicato Nacional Minero, la Presidencia de la República y los gobiernos federal y estatal.
Entre sus beneficios destacan:
● Liquidaciones respetando las cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo original.
● Cobertura de salud universal a través del IMSS para más de 650 trabajadores y sus familias.
● Acceso a pensión para todos los trabajadores, incluyendo quienes se rigen por la Ley del Seguro Social de 1973 y 1997.
● Posibilidad de reincorporación laboral para quienes lo deseen, así como beneficios para las viudas de los compañeros fallecidos.
Napoleón Gómez Urrutia destacó que la huelga de Cananea se convirtió en un símbolo de resistencia obrera frente al poder corporativo y subrayó la importancia de continuar la negociación en otros conflictos mineros activos en Taxco, Guerrero, y Sombrerete, Zacatecas.
El sindicato destacó que la comunidad minera y sus familias soportaron durante años persecución, dificultades económicas y la pérdida de compañeros, siempre con el objetivo de obtener un acuerdo justo que respete sus derechos laborales y la dignidad de los trabajadores.
