La noche del martes, el Palacio Municipal de Apatzingán fue escenario de hechos violentos protagonizados por grupos desconocidos, que causaron daños en las instalaciones y quemaron un altar del Día de Muertos.
El Ayuntamiento condenó los hechos a través de un comunicado oficial, calificándolos como “actos de violencia perpetrados contra las instalaciones del Ayuntamiento, de grupos de choque cuyos objetivos están alejados de la verdadera construcción de la paz”.
La administración municipal afirmó que continuará trabajando en favor de la ciudadanía y del patrimonio público, y que las autoridades competentes ya iniciaron las investigaciones sobre lo ocurrido. No se reportaron detenciones hasta el momento.
La concentración que derivó en los incidentes comenzó alrededor de las 19:00 horas con personas vestidas de blanco y portando carteles que exigían justicia por los recientes asesinatos del líder limonero Bernardo Bravo y del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
La administración reiteró su postura institucional frente a los hechos, sobre lo que resaltó su “compromiso con la legalidad, la paz y el respeto a los espacios públicos”, y agradeció a la población por su respaldo, “solidaridad y confianza”.

