Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, Michoacán fue privado de su libertad y encontrado sin vida este lunes en su camioneta, en el municipio de Apatzingán.
Bravo también estaba a cargo del Tianguis Limonero de Apatzingán, principal centro receptor del limón michoacano.
El crimen ocurre pocos días después de que Bravo denunciara los bajos precios del cítrico y las extorsiones que los limoneros deben pagar a cinco cárteles del narcotráfico.
“La crisis de inseguridad en los municipios de Apatzingán y Buenavista se ha intensificado, como resultado del conflicto armado entre grupos del crimen organizado, conflicto que vivimos ya desde 2023”, denunció el 27 de septiembre en su perfil de Facebook.
La Fiscalía General del Estado informó que el cuerpo fue hallado en el asiento del conductor de su camioneta tipo SUV, en una brecha del poblado de El Mirador, cerca de la Presa del Rosario y de la carretera que conecta Apatzingán con la sierra que abarca Tumbiscatío, Arteaga y Aguililla. Según la fiscalía, Bravo fue retenido y torturado el domingo en el municipio de Apatzingán.
En Tierra Caliente, limoneros han señalado que cuatro cárteles del narcotráfico les cobran de uno a tres pesos por kilo de limón cortado.
Tres de estos grupos forman una alianza criminal: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Blancos de Troya y Los Viagras; los otros dos, que también mantienen una alianza, son Los Caballeros Templarios y el cártel de Tepalcatepec.