La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, negó que existieran fallas u omisiones de Protección Civil en la prevención de la tragedia causada por el desbordamiento del Río Cazones.
La mandataria aseguró que las alarmas sonaron a tiempo y que personal del estado realizó perifoneo para alertar a la población antes de la creciente.
“Aquí en Poza Rica, a las tres de la mañana, el día de los hechos, la alarma de Pemex sonó y Protección Civil empezó a vocear. De esa manera se pudo evacuar a miles de personas. [...] Sí, sonó la alarma y no había manera de medir la cresta antes”, afirmó.
Dice Rocío Nahle que sí alertaron con tiempo a la población en Poza Rica antes de que desbordara el Río Casones por las fuertes lluvias, que la alarma de Pemex sonó y que hasta personal del gobierno voceó. Miente. Primero: ella misma minimizó el desbordamiento del río que porque… pic.twitter.com/hrFhpBtFFn
— Erika Velasco (@Erika_Velasco_) October 17, 2025
En entrevista, Nahle explicó que las inundaciones en el norte del estado se debieron a lluvias excepcionales y a la ubicación geográfica de Veracruz, donde confluyen los caudales provenientes de San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla.
Señaló que el desbordamiento de los ríos Cazones, Pantepec y Moctezuma fue un fenómeno regional que superó la capacidad de los cauces y no un fallo del sistema de alerta.
Detalló que el río Cazones, que nace en Puebla e Hidalgo, inundó gran parte de Poza Rica; el Pantepec afectó al municipio de Álamo, y el Moctezuma impactó comunidades del norte veracruzano. En la Sierra de Huayacocotla se registraron derrumbes y caminos colapsados por la saturación de lluvia.
La gobernadora indicó que una prioridad del gobierno es la operación de puentes aéreos con apoyo de la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional, helicópteros de Tamaulipas y Nuevo León, y la Fundación Telmex, para trasladar víveres, medicamentos y personas en situación delicada.
Además, resaltó las labores de ayuda humanitaria, atención médica, limpieza y restablecimiento de caminos realizadas por pobladores locales y brigadas de otros estados, principalmente de la Ciudad de México.
Sobre el respaldo financiero, Nahle aseguró que los apoyos para la población damnificada están garantizados.
“No es un tema de dinero”, enfatizó, y agregó que los recursos se destinarán a través de los programas de Bienestar, encargados de levantar el censo de daños y distribuir apoyos directos a las familias que perdieron bienes o viviendas.