Este viernes, en punto del mediodía, se activó la alerta sísmica como parte del segundo Simulacro Nacional, organizado en memoria de los terremotos de 1985 y 2017 que dejaron miles de víctimas y severos daños en distintas entidades del país.
La hipótesis planteada este año simuló un sismo de magnitud 8.1 con epicentro en Lázaro Cárdenas, Michoacán, con posibles afectaciones en Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Colima, Oaxaca, Morelos, Guanajuato, Puebla, Tlaxcala y Veracruz.
Por primera vez, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informó que la alerta se probaría a nivel nacional a través de teléfonos celulares mediante el Sistema de Alertamiento Masivo, alcanzando a cerca de 80 millones de dispositivos.
Los usuarios recibieron un mensaje acompañado de sonido y vibración que señalaba:
"Esto es un simulacro—este es un mensaje para probar la funcionalidad del sistema nacional de alertas del gobierno de México— esto es un simulacro".
Asimismo, los altavoces instalados en distintas zonas de la capital y otros estados emitieron la señal para iniciar las evacuaciones.
En el Centro Histórico y principales avenidas de la Ciudad de México, brigadistas realizaron ejercicios de rescate, atendiendo a supuestas personas atrapadas o en crisis nerviosa, mientras que trabajadores de oficinas fueron desalojados con apoyo de rutas señalizadas.
En escuelas, maestros coordinaron la salida ordenada de estudiantes hacia los puntos de seguridad establecidos.
Cada 19 de septiembre se llevan a cabo estos ejercicios con el propósito de reforzar la cultura de prevención y preparar a la población frente a un eventual sismo, reduciendo así el riesgo de pérdidas humanas.