Este fin se semana, miles de pacientes con cáncer y sus familiares protestaron en varias ciudades de México para exigir el suministro constante de medicamentos oncológicos en hospitales públicos.
Bajo las consignas “Queremos vivir” y “¡Queremos medicinas!”, los manifestantes denunciaron que, a pesar de los compromisos del gobierno federal, el desabasto sigue afectando a distintas regiones.
La movilización, organizada por Nariz Roja A.C. y Con Causa, se realizó el sábado 9 y domingo 10 de agosto en ocho ciudades: Ciudad de México, Guadalajara, Oaxaca, Cancún, Villahermosa, León, Toluca y Aguascalientes.
En la capital, la marcha partió del Ángel de la Independencia hasta el Zócalo, donde familiares compartieron sus testimonios sobre la falta de medicamentos.
Las protestas surgieron tras denuncias sobre irregularidades en la entrega de fármacos, especialmente para quimioterapias y tratamientos infantiles, que en algunos lugares llevan más de un año sin abastecerse, lo que provoca retrasos o suspensiones en tratamientos vitales.
Los participantes marcharon de forma pacífica, vistiendo camisetas blancas y llevando peluches que entregaron como símbolo de apoyo a los pacientes.
Cada ciudad siguió rutas emblemáticas para las marchas, como la Glorieta de Minerva en Guadalajara y el Parque El Llano en Oaxaca.
Los manifestantes pidieron a las autoridades garantizar el abasto completo y transparente de estos medicamentos, y señalaron que el problema no solo es la falta de recursos, sino también fallas logísticas y presuntas irregularidades en la distribución.
Además, exigieron la creación de un inventario nacional que permita enviar medicinas rápidamente a donde se necesiten, evitando interrupciones en los tratamientos.
Previo a las protestas, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que ya se ha comprado el 96% de los medicamentos oncológicos requeridos, aunque reconoció dificultades con tres fármacos por problemas de disponibilidad y proveedores incumplidos.
Indicó que su administración implementó un sistema especial para emergencias de desabasto y que en agosto se espera distribuir todos los insumos a nivel nacional.
El desabasto no solo afecta a los pacientes, sino que también retrasa cirugías, complica tratamientos y aumenta riesgos, especialmente en niños y adultos con cáncer avanzado. El problema afecta a hospitales del IMSS, ISSSTE y la Secretaría de Salud, y se ha repetido en años recientes.
La Marcha Nacional refleja la urgencia y preocupación de miles de familias que dependen de estos medicamentos para salvar vidas. Mientras el gobierno asegura haber comprado la mayoría de los fármacos, las protestas evidencian que el verdadero desafío es asegurar su distribución oportuna y constante.
El futuro dependerá de la coordinación efectiva entre autoridades, hospitales y proveedores, así como del seguimiento ciudadano para convertir en realidad la demanda de “queremos medicinas” para todos los pacientes oncológicos en México.