El Observatorio Electoral Judicial (OEJ), integrado por las organizaciones Di-Sentir, Laboratorio Electoral, México Evalúa y Práctica: Laboratorio para la Democracia, presentó su informe final sobre el Proceso Electoral Extraordinario (PEE) judicial 2024-2025.
En el documento, concluyen que el proceso estuvo marcado por graves violaciones a los principios constitucionales y una operación directa desde el poder.
“El PEE fue una elección carente de autenticidad, se operó desde el poder a partir de la violación sistemática, grave y determinante de los principios constitucionales de certeza, legalidad, equidad y libertad del sufragio”, señala el Observatorio. Esta elección, según el informe, no puede ser considerada democrática ni en su fondo ni en su forma.
El Observatorio califica el proceso como “un retroceso histórico. De fondo y de forma”, y advierte que “esta fue —y no es exageración— la primera elección, desde la transición democrática, que no puede calificarse como democrática”.
Entre las irregularidades detectadas se encuentra el diseño de las boletas, que, según el informe, favoreció de forma estructural a ciertas candidaturas.
“Según sus estimaciones, de las 133 personas con altísimas probabilidades de ganar por el simple diseño de la boleta, 108 resultaron electas. Del otro lado, de las 304 con bajísimas probabilidades, 275 perdieron”.
También se documentó el uso de propaganda ilegal en redes sociales a favor de 394 candidaturas, con una inversión estimada entre 2.2 y 3.1 millones de pesos.
“Tal fue el impacto que la propia Unidad Técnica de Fiscalización del INE solicitó al Observatorio que entregara la información. Lo hizo. Pero nada pasó”.
La claridad y falta de reglas en las elecciones judiciales, sumadas a la elección de 2027, serán un gran reto para las instituciones encargadas de dichos procesos, detalló @Su_Kmacho en el Informe Final sobre Integridad en el Proceso Electoral Judicial del Observatorio… pic.twitter.com/7wLNgB1lAE
— México Evalúa (@mexevalua) July 17, 2025
Respecto al actuar de las autoridades, el OEJ fue contundente: “el INE resultó muy bueno para acosar a periodistas y organizaciones, pero pésimo para investigar ilegalidades y acordeones”.
Sobre el Tribunal Electoral, criticó que “no se comporta como un tribunal constitucional, sino como una oficina de trámites del régimen”.
El informe también denunció que la división geográfica del proceso careció de criterios técnicos y poblacionales, lo que afectó gravemente la representatividad.
“La elección, por tanto, no fue un simple fracaso institucional, sino una manifestación de captura, donde las reglas y los árbitros se alinearon con el poder para producir un resultado predeterminado”.
Para evitar que estos hechos se repitan, el OEJ propone una serie de medidas, entre ellas que toda reforma judicial se base en una consulta amplia e incluyente que integre a jueces, académicos, organizaciones civiles y a la ciudadanía.
Además, recomienda fortalecer la independencia judicial mediante procesos claros de selección, nombramiento y remoción de jueces, y establecer un calendario realista para implementar futuras reformas.
“Una reforma judicial efectiva y la garantía de elecciones democráticas en México requieren un enfoque multifacético que priorice la transparencia, la participación y la independencia institucional”, señala el Observatorio.
Entre las recomendaciones específicas, se destaca la necesidad de que los comités de evaluación cuenten con requisitos objetivos para garantizar la imparcialidad de sus integrantes.
También se propone estandarizar la evaluación de candidaturas, evitar postulaciones duplicadas, aplicar criterios como el “8 de 8”, y prohibir que una misma persona busque simultáneamente un cargo político y uno judicial.
Finalmente, el OEJ subraya la importancia de asegurar la publicidad de toda la información generada durante el proceso y que las autoridades judiciales respeten plenamente las resoluciones emitidas por jueces y tribunales.