La Unión Ganadera Regional del estado de Coahuila calificó este jueves como un “duro golpe, inesperado, desafortunado y profundamente preocupante” la reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de cerrar por tercera vez la frontera a la exportación de ganado mexicano, tras detectarse un nuevo caso de gusano barrenador en Veracruz.
El anuncio fue hecho el pasado 9 de julio por la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke L. Rollins, lo que provocó la suspensión inmediata del envío de becerros mexicanos hacia ese país, considerado uno de los principales mercados para la ganadería nacional.
Este cierre representa el tercero en un periodo de solo ocho meses, lo que ha generado gran preocupación entre los productores, según alertó la Unión Ganadera Regional.
La última reapertura duró apenas tres días antes de este nuevo cierre, tiempo en el cual se alcanzaron a exportar 900 cabezas de ganado a Estados Unidos, de acuerdo con Julio Berdegué, secretario de Agricultura de México.
Ante esta situación, la Unión Ganadera de Coahuila inició un análisis detallado por cada zona productora del estado, con el objetivo de evaluar los efectos concretos de esta nueva contingencia. Además, señalaron que se trabaja ya en soluciones inmediatas para reducir el impacto en el sector.
“Con responsabilidad, inteligencia, visión económica y unidad gremial, diseñaremos y propondremos estrategias de corto plazo que ayuden a mitigar el impacto en nuestras asociaciones ganaderas y en el sector productivo de Coahuila”, señaló el Consejo Directivo en un comunicado oficial.
El cierre fronterizo, derivado del brote en Veracruz, representa un nuevo obstáculo para los ganaderos, quienes ya enfrentaban afectaciones económicas y logísticas por las interrupciones anteriores.
“La unidad, la información oportuna y la toma de decisiones con visión de futuro serán nuestras herramientas para superar esta incierta etapa que vive la ganadería de México”, concluyó el organismo.