Para que interpongan el recurso de amparo en contra de la vinculación a proceso que les fue decretada el 10 de enero pasado.
Los imputados gozan de su libertad, pues tienen hasta el próximo 7 de febrero para depositar una fianza cada uno de diez mil pesos, y no podrán ser inhabilitados porque lo anterior tendrá que realizarse en el momento de la sentencia, si es que resultan responsables.
Al finalizar la audiencia del pasado 10 de enero, los defensores de los custodios anunciaron que recurrirán al recurso de amparo, pues el juez dio por cierta la declaración realizada por Martín Montes Herrera, quien prácticamente culpó de la fuga a su jefe, pues afirmó que éste convocó a una reunión en el asta bandera la noche en que se fugaron cuatro reos, lo que provocó que no se cubrieran todas las zonas.
El supervisor (aún y en contra del consejo de su abogada) pidió declarar ante el juez para dar a conocer su versión de los hechos y en dicha audiencia declaró lo siguiente:
“Hay una cosa que me hace sospechar, y es porque horas antes de la fuga de los cuatro reos, el jefe de custodios Alfredo Cruz Domínguez nos convoca a todos los supervisores a una reunión, en la que se descuidó la vigilancia, pues no hubo quien relevara a los supervisores”.
Ahí mismo, el hombre se dijo inocente de las imputaciones que realizó la Procuraduría General de Justicia del Estado en su contra, pues insistió que al momento de la fuga, él ya había sido relevado en su encargo, pero aún así lo culpaban a él y a otros de sus compañeros.
Los abogados defensores consideran que evitarán enfrentar el juicio oral, pues la declaración del supervisor abre la puerta para demostrar ante un Juzgado de Distrito que sus clientes son inocentes, y que la PGJE actúa en base a un informe escrito rendido por el director y el subdirector de custodios y no en base a una investigación seria.
Por su parte, la PGJE intenta comprobar que por lo menos los custodios incurrieron en omisiones graves, una de ellas -según señaló la Fiscalía- es que un solo custodio entró a una celda, en la que fue golpeado y maniatado, y fue así como inició la huida.
La subdirectora jurídica del penal, al rendir su informe ante el Ministerio Público, dijo que hay protocolos que no pueden ser violados, como el que un solo custodio entre a una celda.
Los defensores presentarán la declaración de la audiencia del jefe de custodios, la cual es reproducida en su parte en esta nota periodística:
-“¿Díganos el objeto de la reunión?”, cuestionaba uno de los litigantes.
-“Nada en concreto, era sólo para exhortarlos a que se esforzaran más en su trabajo”, contestaba el jefe de los custodios.
-¿Ese procedimiento es normal?
-“No, no lo es. Pero ese día convoque a la junta”.
En la audiencia de vinculación trascendió que los custodios tenían tres días sin descansar, pues entraron a laborar desde el 31 de diciembre del año pasado y fueron relevados por el otro turno hasta el 4 de enero, es decir un día después de la fuga.
La Fiscalía insistió que por los filtros que hay en el penal de Atlacholoaya, no es posible una fuga como la que se dio, sin la ayuda de los custodios, pues cruzaron el área conocida como “Zona de Hombre Muerto”, colocaron una escalera hechiza de madera de más de siete metros, trozaron la cerca de navajas y huyeron.
En aquella ocasión los defensores habían citado a comparecer a Hilario Montes Montero, uno de los cuatro reos que se fugó, pero que fue detenido y asesinado en el interior de su celda del penal, por lo que éste no pudo declarar si recibió o no ayuda por parte de los custodios.
Finalmente el juez Sandoval Lomé vinculó a proceso a nueve de los diez custodios, pero el hecho de que le diera validez a la declaración del hombre que no fue vinculado a proceso, abrió la puerta para que los abogados de los otros guardianes cambiaran su estrategia y buscarán exonerar a sus clientes a través de la justicia federal, pues todos ellos anunciaron que recurrirían al amparo.