Pekín anunció nuevas restricciones a la exportación de 13 sustancias químicas utilizadas en la fabricación de drogas hacia Estados Unidos, Canadá y México.
El gobierno chino aseguró que cumple su promesa de tomar medidas enérgicas contra los productos químicos que pueden emplearse para producir fentanilo, un tema central para el presidente Donald Trump durante las recientes conversaciones con el líder chino Xi Jinping. Ambos mandatarios buscaron acciones concretas para aliviar la guerra comercial entre ambos países.
Entre los compuestos restringidos se encuentran aquellos utilizados en la producción del opioide sintético responsable de decenas de miles de muertes por sobredosis cada año en Estados Unidos. Tras reunirse con Xi Jinping en Corea del Sur el mes pasado, Trump indicó que China contribuiría a frenar la crisis del fentanilo y reduciría el arancel del 20 % al 10 %.
Expertos señalan que estas medidas reflejan la naturaleza fluctuante de la cooperación entre Washington y Pekín en torno al fentanilo y atenúan las recientes tensiones derivadas de la campaña de aranceles de Trump, que incluyó impuestos a China, principal exportador de ingredientes farmacéuticos.
“Lo que la administración Trump ha acordado con Pekín es básicamente reiniciar lo que se venía haciendo durante la segunda mitad de 2024”, explicó Vanda Felbab-Brown, investigadora principal en la Brookings Institution especializada en la crisis de opioides.
La cooperación en materia de fentanilo ha sido un punto de fricción constante entre ambos países. En 2019, durante el primer mandato de Trump, China restringió fentanilo y sustancias relacionadas a petición del presidente estadounidense. Sin embargo, tras el aumento de tensiones por temas de derechos humanos, Pekín obstaculizó la cooperación antidrogas en 2020, antes de retomarla formalmente en 2022.
En 2023, Estados Unidos incluyó a China en su lista de “importantes países productores de drogas ilícitas”, antes de que el entonces presidente Joe Biden se reuniera con Xi en California para formalizar un acuerdo de colaboración. Posteriormente, Pekín restringió más sustancias, incluyendo otro opioide sintético y precursores del fentanilo, y en septiembre de 2024 limitó aún más productos químicos clave.
Tras asumir la presidencia, Trump impuso dos aranceles del 10 % a China, acusándola de no frenar el flujo de precursores químicos. Pekín respondió con contramedidas, incluidos aranceles y la suspensión temporal de la cooperación antidrogas.
“La administración Trump cometió el grave error de ignorar lo que China estaba haciendo en 2024 y simplemente entrar con las armas en ristre en materia de aranceles”, afirmó Felbab-Brown, quien agregó que Pekín aprovechó la situación para negociar la reanudación de medidas que ya estaban previstas y “obtener el doble de puntos”.
La Casa Blanca no respondió el lunes a solicitudes de comentarios sobre las nuevas restricciones.
El mismo día, Pekín dio señales de una aplicación más estricta de la ley mediante un aviso público de la Comisión Nacional de Control de Estupefacientes, en el que instaba a las empresas a cumplir códigos tributarios, normas aduaneras, regulaciones de internet y leyes de divisas.
Los productos químicos recientemente restringidos aún pueden exportarse sin licencia a países distintos de Estados Unidos, Canadá y México, aunque el fentanilo se produce principalmente en México. Felbab-Brown advirtió que los “productos químicos muy básicos”, con usos legítimos en la industria y la agricultura, se utilizan cada vez más para fabricar opioides sintéticos.
En septiembre, Trump volvió a incluir a China en la lista de “importantes países productores de drogas ilícitas”. En un comunicado, la presidencia estadounidense acusó a Pekín de permitir durante demasiado tiempo la producción ilícita de fentanilo en México y otros países, al facilitar la venta de precursores químicos a cárteles criminales conocidos.
