El expresidente francés Nicolas Sarkozy fue encarcelado este martes en la prisión parisina de La Santé, 13 años después de dejar el Palacio del Elíseo.
Con esto, se convierte en el primer jefe de Estado de la Quinta República en cumplir prisión por una de las tres condenas dictadas en su contra.
Sarkozy, que gobernó Francia entre 2007 y 2012, mantiene su inocencia y ha afirmado en redes sociales que no se rendirá y que “la verdad triunfará”, aunque reconoció que el costo personal será “devastador”.
La condena que lo lleva a prisión este martes es de cinco años por asociación de malhechores para obtener financiación del régimen de Muamar Gadafi durante su campaña presidencial de 2007.
A pesar de su apelación, el tribunal ordenó prisión provisional debido a la gravedad del caso. Anteriormente, Sarkozy cumplió medidas con un brazalete electrónico tras ser condenado a un año por corrupción y tráfico de influencias. Además, el Tribunal Supremo decidirá el 26 de noviembre sobre la financiación irregular de su campaña de 2012.
Político conservador y figura central de la derecha francesa, Sarkozy comenzó su carrera como alcalde de Neuilly-sur-Seine, luego diputado y ministro de varias carteras antes de llegar al Elíseo.
Durante su presidencia promovió reformas conservadoras y políticas económicas activas, aunque su imagen se vio afectada por la crisis financiera global y sus posturas ultraderechistas en campaña, lo que le llevó a perder la reelección frente a François Hollande en 2012.
Nacido en 1955 en París, de familia aristocrática de origen húngaro, abogado de formación y casado tres veces, actualmente es padre de cuatro hijos y abuelo. Su trayectoria combina el poder político con escándalos judiciales que han marcado los últimos años de su carrera.
