A partir del 1 de noviembre, Estados Unidos impondrá un arancel del 25 % a todos los camiones medianos y pesados importados, anunció el presidente Donald Trump a través de su red social Truth Social.
La medida afectará principalmente a México, uno de los principales proveedores de estos vehículos.
Trump había amenazado previamente con esta medida, indicando que entraría en vigor el 1 de octubre, pero no se aplicó en esa fecha. Según el presidente, el objetivo es proteger a los grandes fabricantes de camiones estadounidenses, como Peterbilt, Kenworth, Freightliner y Mack Trucks, y garantizar la seguridad nacional.
Aunque la mayoría de los camiones pesados de empresas como Daimler, International, Paccar y Volvo se fabrican en Estados Unidos, gran parte de los camiones medianos de Ford, General Motors y Stellantis proviene de México.
El consejero delegado de Paccar, Preston Feight, advirtió que los aranceles previos sobre acero y aluminio ya habían generado problemas para las empresas estadounidenses, creando desventajas frente a los camiones ensamblados en México, que pueden incluir piezas importadas sin pagar aranceles.
Entre enero y julio, Estados Unidos importó camiones, autobuses y vehículos especiales por 32,410 millones de dólares, de los cuales casi el 80 % provino de México.
Por otra parte, Stellantis señaló en mayo que el 88 % de los camiones registrados en Estados Unidos se fabricaron en el país, mientras que el 22 % restante se importó de Canadá y México, cumpliendo en gran parte con los requisitos del T-MEC.