El rey Felipe VI, en su intervención ante la Asamblea General de la ONU, expresó la incomprensión de España ante las acciones del Gobierno israelí en Gaza y pidió a la comunidad internacional no permanecer indiferente.
Dirigiéndose a Israel, dijo: “Clamamos, imploramos, exigimos, detengan ya esta masacre”.
El monarca destacó la gravedad de la situación, señalando los bombardeos que afectan a hospitales, escuelas y refugios, así como la muerte de civiles, la hambruna y el desplazamiento forzoso de cientos de miles de personas, calificando estos hechos de “aberrantes” y contrarios a los principios de la ONU.
Felipe VI recordó la relación histórica de España con la comunidad sefardí y subrayó que la ley de 2015, que otorgó la nacionalidad española a los descendientes de judíos sefardíes, refleja este vínculo.
“Por eso nos duele tanto, nos cuesta tanto comprender lo que el Gobierno israelí está haciendo en Gaza”, afirmó.
El rey condenó el terrorismo de Hamás y la masacre del 7 de octubre de 2013, reconociendo al mismo tiempo el derecho de Israel a defenderse.
Sin embargo, pidió que Israel respete plenamente el derecho internacional humanitario en Gaza y Cisjordania, que se garantice un alto el fuego y que la ayuda humanitaria llegue sin retrasos. También exigió la liberación inmediata de los rehenes israelíes retenidos por Hamás.
Finalmente, Felipe VI instó a la comunidad internacional a trabajar por una solución viable que incluya a ambos Estados, señalando que el reconocimiento del Estado de Palestina, incluido por España, debe contribuir a una paz justa basada en las resoluciones de la ONU y en el reconocimiento universal del Estado de Israel.