El tifón Ragasa, el ciclón tropical más potente del mundo este año, azotó el miércoles la ciudad de Yangjiang, en el sur de China, tras provocar 17 muertes en Taiwán y fuertes lluvias y vientos en Hong Kong.
Ragasa se dirige ahora hacia Maoming, una de las principales ciudades refinadoras de petróleo de la provincia de Guangdong.
En Taiwán, las lluvias provocaron el desbordamiento de una barrera lacustre en el condado de Hualien, dejando 17 personas desaparecidas, mientras muchos residentes de Guangfu indicaron que no recibieron avisos con suficiente antelación.
En Hong Kong, enormes olas inundaron carreteras y propiedades residenciales, y el hotel Fullerton, en el sur de la isla, reportó que el agua del mar entró en el edificio, sin registrarse heridos.
Una mujer y su hijo de cinco años fueron arrastrados al océano, permaneciendo hospitalizados en estado crítico. En total, al menos 90 personas resultaron heridas y 885 se refugiaron en 50 centros de evacuación.
Las autoridades chinas emitieron la primera alerta roja por olas altas del año, pronosticando marejadas de hasta 2,8 metros en la provincia de Guangdong. Más de 2 millones de personas fueron evacuadas y el Ministerio de Emergencias envió tiendas de campaña, camas plegables y equipos de rescate a las zonas afectadas.
Ragasa se formó la semana pasada en el Pacífico occidental y se intensificó rápidamente hasta alcanzar categoría 5, con vientos superiores a 260 km/h. Aunque ha perdido fuerza, sigue siendo capaz de derribar árboles y tendidos eléctricos.
Se espera que la alerta por marejadas ciclónicas permanezca vigente hasta el jueves en Shenzhen y otras zonas bajas del delta del río de las Perlas, donde viven cerca de 50 millones de personas.
Expertos advierten que el sur de China podría enfrentar tifones más fuertes en el futuro debido al cambio climático, tras un verano boreal con récords de precipitaciones en la región.