Las autoridades de Nepal levantaron este sábado el toque de queda en Katmandú y sus alrededores, luego de que la calma regresara tras violentas protestas que dejaron al menos 72 muertos y paralizaron al gobierno.
El levantamiento de las restricciones permitió que los mercados reabrieran y el tráfico volviera a las calles en la capital y en las ciudades vecinas de Lalitpur y Bhaktapur.
Las manifestaciones comenzaron el lunes tras la prohibición temporal de redes sociales como Facebook, X y YouTube. Las protestas se intensificaron cuando los manifestantes atacaron edificios gubernamentales y la policía respondió con disparos.
Decenas de manifestantes incendiaron el parlamento, la residencia presidencial y varios comercios. Entre los fallecidos hay manifestantes, reclusos que intentaban escapar y tres policías.
El viernes, la expresidenta del Tribunal Supremo, Sushila Karki, de 73 años, fue nombrada primera ministra interina por el presidente Ram Chandra Poudel.
Karki asumió el cargo tras la renuncia del anterior primer ministro, Khadga Prasad Oli, y tras la disolución del parlamento, con elecciones programadas para el 5 de marzo.
Conocida por su lucha contra la corrupción y su liderazgo en el Tribunal Supremo entre 2016 y 2017, Karki visitó el Hospital Civil de Katmandú para ver a los manifestantes heridos y se comprometió a trabajar por el bienestar del país.
Las protestas, llamadas de la “Generación Z”, surgieron también por la indignación hacia los “Nepobabies”, hijos de líderes políticos jóvenes que llevan un estilo de vida lujoso mientras muchos jóvenes enfrentan dificultades para encontrar empleo.