Pakistán atraviesa una inundación sin precedentes, con tres de sus principales ríos en estado de “superinundación” al mismo tiempo, un fenómeno que no se había registrado antes en el país. Desde junio, la catástrofe ha dejado 905 personas fallecidas.
El desastre se atribuye a un monzón prolongado y al desembalse de presas en India, y se prevé que se intensifique con un nuevo temporal de lluvias que comenzará este sábado.
La provincia de Punjab, la más poblada de Pakistán, es la más afectada. Más de 4.2 millones de personas han resultado damnificadas y 2.14 millones han sido evacuadas a lugares seguros, informó Nabeel Javed, Comisionado de Ayuda provincial.
Solo en esta región han muerto 50 personas por ahogamiento desde el 23 de agosto. Para atender a la población y al ganado, se han establecido cientos de campamentos con asistencia médica y veterinaria.
Las autoridades señalan que la combinación de un monzón excepcionalmente largo y la liberación de agua desde presas indias en los ríos Chenab, Ravi y Sutlej ha llevado a los niveles de agua a cifras críticas. Por ejemplo, el río Sutlej alcanzó un nivel “extremadamente alto” de 303.828 cauces en la frontera.
La Autoridad Provincial de Gestión de Desastres (PDMA) advirtió sobre la llegada de un décimo temporal monzónico con fuertes lluvias, lo que aumenta el riesgo de inundaciones urbanas en las principales ciudades de Punjab.
En la provincia de Sindh, las autoridades también iniciaron evacuaciones preventivas ante la llegada de un importante caudal de agua.