El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ordenó el arresto domiciliario del expresidente Jair Bolsonaro, acusado de liderar un intento de golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022.
La orden fue emitida el lunes por Alexandre de Moraes, presidente de la corte, quien señaló que Bolsonaro violó medidas cautelares al publicar contenido en las redes sociales de su hijo.
Bolsonaro enfrenta cargos por supuestamente encabezar una organización criminal que planeó anular los resultados electorales, con conspiraciones que incluían intentos de asesinato contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y un juez del STF.
Desde el mes pasado, el tribunal lo mantiene bajo vigilancia con una tobillera electrónica, restringiendo sus movimientos y confiscaron todos los teléfonos móviles en su residencia en Río de Janeiro. Además, solo puede recibir visitas de familiares y abogados.
Paralelamente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó al juez Alexandre de Moraes por presuntas violaciones a la libertad de expresión y por su rol en el juicio contra Bolsonaro.
Según Scott Bessent, secretario del Tesoro, de Moraes lidera una campaña de censura, detenciones arbitrarias y procesos judiciales politizados, incluyendo el caso del expresidente. Las sanciones, basadas en la Ley Global Magnitsky, congelan cualquier activo que el juez pueda tener en territorio estadounidense.
Hasta el momento, ni el Supremo Tribunal Federal (STF) ni el gobierno brasileño han emitido comentarios sobre estas decisiones.