El presidente Donald Trump firmó una orden que establece un arancel del 50% a ciertas importaciones de productos de cobre por razones de seguridad nacional, informó la Casa Blanca.
La medida entrará en vigor el 1 de agosto y aplicará a productos semiacabados y derivados con alto contenido de cobre, mientras que quedarán excluidos los cátodos, el concentrado y la chatarra de cobre.
Esta acción responde a una investigación bajo la Sección 232, iniciada en febrero, que buscó evaluar el impacto de las importaciones en la seguridad del país.
Además del arancel, la orden incluye medidas para fortalecer la industria nacional, como exigir que el 25% de la chatarra de alta calidad producida en Estados Unidos se venda dentro del país.
También se establece que el porcentaje de insumos de cobre fabricados en Estados Unidos que deben venderse localmente aumentará progresivamente: 25% en 2027, 30% en 2028 y 40% en 2029.
Según la Casa Blanca, esto permitirá aumentar la capacidad de refinación nacional garantizando insumos a bajo costo mientras las refinerías amplían su producción.
La intención de la medida es impulsar una industria clave para la defensa, la electrónica y la industria automotriz.
Los países que enfrentarán el mayor impacto serán Chile, Canadá y México, principales proveedores de cobre refinado y productos relacionados a Estados Unidos en 2024, según datos oficiales.