Este miércoles, al menos 20 palestinos murieron —la mayoría pisoteados por la multitud— en un centro de distribución de alimentos en la Franja de Gaza, operado por una organización humanitaria estadounidense con respaldo israelí, según informó la propia entidad.
Además, ataques del ejército israelí causaron la muerte de otras 41 personas, incluyendo 11 niños, de acuerdo con autoridades de salud locales.
Es la primera vez que se confirman muertes dentro de uno de estos centros de ayuda, aunque testigos y funcionarios aseguran que ya han ocurrido numerosos fallecimientos en los caminos que conducen a estos sitios, debido a acciones de las fuerzas israelíes.
La organización, llamada Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), responsabilizó al grupo Hamas de haber provocado desórdenes en la multitud, lo que habría generado una situación peligrosa. Sin embargo, no ofreció pruebas que respalden esta acusación.
Testigos del hecho relataron que los guardias del centro lanzaron gas lacrimógeno y granadas aturdidoras para intentar controlar a las personas que se agolpaban en la entrada antes de la apertura del lugar, lo que provocó pánico y una estampida mortal.
La GHF reconoció por primera vez fallecimientos dentro de uno de sus puntos de distribución.