La alcaldesa de Los Ángeles, la demócrata Karen Bass, firmó este viernes una orden ejecutiva con el objetivo de proteger a las comunidades inmigrantes, tras más de un mes de redadas migratorias en la ciudad que calificó como “ilegales y caóticas”.
La medida fortalece las reglas municipales que impiden usar recursos de la ciudad para colaborar con las autoridades migratorias, amplía el acceso a servicios para las familias afectadas, forma un nuevo grupo de trabajo dentro del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) y solicita información a agencias federales sobre operativos migratorios realizados sin autorización.
Bass afirmó que la orden “es necesaria” para ayudar a la ciudad y sus habitantes a enfrentar la política migratoria del Gobierno del presidente Donald Trump.
“Ante las señales de la Administración Trump de que intensificará su enfoque caótico, me aseguro de desplegar todos los recursos y herramientas disponibles en la ciudad para asegurar el apoyo a las comunidades inmigrantes”, declaró la alcaldesa.
Además, explicó que el Ayuntamiento seguirá buscando recursos legales en los tribunales para responder a operativos violentos como el realizado el lunes en el Parque MacArthur, donde participaron agentes enmascarados sin autorización municipal.
El operativo incluyó un helicóptero del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y agentes movilizados en vehículos blindados y a caballo, lo cual, según la alcaldesa, se llevó a cabo únicamente para “atemorizar” a los residentes.
“Nunca aceptaré estas redadas ilegales y caóticas y seguiré haciendo todo lo posible para defender los derechos de los habitantes de Los Ángeles”, advirtió Bass.
A comienzos de semana, la ciudad de Los Ángeles también presentó una moción para unirse a una demanda federal contra el Ejecutivo estadounidense, argumentando que las redadas en la región son inconstitucionales y están basadas en perfil racial.