Un hacker que trabajaba para el Cártel de Sinaloa logró acceder a registros telefónicos de un funcionario del FBI y empleó cámaras de vigilancia en Ciudad de México para rastrear y facilitar el asesinato de informantes de la agencia en 2018, según un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El hallazgo fue revelado en una auditoría del Inspector General del Departamento de Justicia, que evaluó cómo el FBI enfrenta el creciente uso global de tecnologías de vigilancia, incluyendo la proliferación de cámaras y el comercio masivo de datos de comunicaciones y ubicación.
El reporte indica que el hacker estaba vinculado al cártel dirigido por Joaquín “El Chapo” Guzmán, extraditado a Estados Unidos en 2017.
Este individuo identificó a un agregado legal asistente del FBI en la Embajada de Estados Unidos en Ciudad de México y accedió a su número telefónico para obtener registros de llamadas y datos de geolocalización.
Además, el hacker usó el sistema de cámaras de la ciudad para seguir al funcionario y detectar a las personas con las que se reunía.
La información obtenida fue utilizada por el cártel para intimidar y en algunos casos asesinar a posibles informantes o testigos colaboradores.
Las autoridades estadounidenses no ofrecieron comentarios inmediatos sobre el caso.
Este incidente evidencia los desafíos que enfrentan las agencias de inteligencia y seguridad, que dependen de fuentes confidenciales, ante la creciente recopilación de datos de ubicación y la expansión de la vigilancia mediante cámaras en espacios públicos.