Desde el sábado 21 de junio, se han registrado más de 470 sismos consecutivos en islas al sur de Japón, dos de ellos con magnitud de 5.1, informó la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).
Aunque no se han reportado daños graves, las autoridades han pedido a los habitantes “permanecer alerta”.
Los terremotos más fuertes ocurrieron el domingo 22 y el martes 24 de junio, mientras que el resto de los movimientos sísmicos tuvo una intensidad mínima de 1.0 en la escala de 7.0, apenas perceptible.
La mayoría de los sismos se localizaron en “mares cercanos de las islas Tokara”, situadas en el extremo suroeste del archipiélago japonés.
“La actividad sísmica ha aumentado, dado que esta región ha experimentado períodos prolongados de actividad en el pasado”, señaló la JMA.
Los expertos advirtieron sobre la posibilidad de réplicas fuertes y recomendaron tomar las precauciones necesarias.
Desde el 23 de junio, medios locales reportan que estudiantes en el archipiélago usan cascos para ir y regresar del colegio, mientras que algunos niños han expresado temor por los temblores.
El archipiélago de Tokara está compuesto por doce islas volcánicas, siete de ellas habitadas por unas 700 personas aproximadamente. Estas islas se encuentran al suroeste de Kyushu, en una zona con alta actividad sísmica y volcánica.
Wajima, un día después de un gran terremoto de magnitud 7.6, el 2 de enero de 2024.
Foto Jiji Press vía Afp
Históricamente, la región ha sufrido frecuentes terremotos.
En diciembre de 2021, se registraron 308 temblores con intensidad sísmica de 1 o más. El 9 de ese mes, la isla de Akuseki experimentó un sismo con intensidad de 5 o superior, lo que obligó a 30 isleños a evacuar hacia la ciudad de Kagoshima y otras áreas, reportó el periódico local “Yomiuri Shimbun”.
En septiembre de 2023, la zona tuvo 346 terremotos en 15 días, según la cadena japonesa NHK.
El profesor Yokose Hisayoshi, de la Universidad de Kumamoto, explicó que la alta actividad sísmica se debe a que “presenta una estructura donde la placa marina filipina, del lado oceánico, se hunde bajo la placa terrestre (placa rocosa) del lado terrestre, lo que facilita la acumulación de la tensión que causa los terremotos”.
Japón está ubicado en el “Cinturón de Fuego del Pacífico”, una región con intensa actividad sísmica y volcánica por la convergencia de varias placas tectónicas, lo que lo hace propenso a terremotos y erupciones.
El 1 de enero de 2024, un sismo de magnitud 7.6 sacudió la costa oeste del país, dejando más de 200 muertos. No obstante, el terremoto más fuerte fue el ocurrido el 11 de marzo de 2011.
Ese sismo, conocido como el “Gran Terremoto y Tsunami del Este de Japón”, alcanzó una magnitud de 9.1, según los Centros Nacionales de Información Medioambiental (NCEI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
El desastre causó una pérdida masiva de vidas, daños ambientales y en infraestructura.
En 2020, la Agencia Nacional de Policía de Japón reportó que hubo más de 15 mil fallecidos, 2 mil 527 desaparecidos y presuntos muertos, además de 6 mil 157 heridos.
Asimismo, indicaron que 120 mil viviendas fueron destruidas y más de un millón resultaron afectadas, atribuyendo el 98% de los daños al tsunami.