El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió este viernes a Irán que Israel podría lanzar ataques “más brutales” si Teherán no acepta un acuerdo para frenar su programa nuclear. Esta advertencia ocurre después de que, en la madrugada, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) bombardearan varias instalaciones nucleares y militares en territorio iraní.
En respuesta, Irán envió cerca de 100 drones hacia Israel, muchos de los cuales fueron interceptados. El gobierno estadounidense negó haber participado en la ofensiva, aunque reconoció que tenía conocimiento previo de los planes israelíes.
Trump aseguró en su red social Truth Social que ha dado
“una oportunidad tras otra”
a Irán para alcanzar un acuerdo y pidió que detengan la violencia antes de que sea
“demasiado tarde”.
“Ya ha habido mucha muerte y destrucción, pero aún hay tiempo para detener esta masacre”, afirmó.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, enfatizó que la acción israelí fue unilateral y que EE.UU. no participó en ella, aunque expresó el compromiso de proteger a sus tropas en la región.
Antes del ataque, Trump había manifestado su deseo de evitar la ofensiva para no afectar las negociaciones nucleares que están por entrar en su sexta ronda este domingo. Sin embargo, reconoció que el ataque israelí
“parece estar bastante cerca”.
Por su parte, Israel justificó la operación, denominada “León Naciente”, como una medida necesaria para contrarrestar la amenaza que representa el programa nuclear iraní, el cual según un alto mando israelí podría producir armas nucleares en pocos días.
El primer ministro Benjamín Netanyahu advirtió que la operación continuará mientras sea necesario y destacó la gravedad de la amenaza para la supervivencia de Israel.
En Teherán, los ataques provocaron la suspensión de vuelos en el principal aeropuerto y un estado de emergencia en Israel, donde se esperan represalias. La tensión en Oriente Medio se mantiene alta, mientras EE.UU. y sus aliados buscan evitar una escalada mayor.