El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el despliegue de 5 mil elementos de la Guardia Nacional para apoyar a la policía estatal ante las protestas convocadas contra las políticas migratorias del presidente Donald Trump, programadas para el próximo sábado en al menos siete ciudades texanas.
Esta movilización, que se suma a otros 2 mil agentes estatales, busca prevenir actos violentos similares a los ocurridos recientemente en Los Ángeles, afirmó Abbott. Las manifestaciones coincidirán con el cumpleaños 79 del expresidente Trump y responden a su desfile militar programado en Washington D.C., así como a sus medidas antimigrantes.
Abbott, quien ha reforzado la seguridad fronteriza con muros flotantes y alambres de púas, aseguró que
"Texas no tolerará la anarquía"
y que los agentes ya están estratégicamente posicionados en ciudades como Houston, Austin, San Antonio, Corpus Christi, Brenham, Lubbock y Huntsville.
Conflicto legal por el control militar en California
En paralelo, un tribunal federal suspendió temporalmente una orden judicial que exigía a Trump devolver el control de la Guardia Nacional al gobernador de California, Gavin Newsom, tras su despliegue en Los Ángeles. La audiencia definitiva sobre este caso se celebrará el 17 de junio.
El presidente Trump justificó la acción como necesaria para mantener el orden frente a las protestas promigrantes y defendió la movilización de 4 mil guardias y 700 marines, afirmando que
“Los Ángeles está sana y salva” gracias a esa presencia militar.
Este despliegue, decidido sin el consentimiento del gobernador, no se veía desde 1965, cuando se enfrentaban protestas por los derechos civiles, y ha sido calificado por sectores demócratas como “ilegal e intimidatorio”.
Se cancela permiso humanitario a medio millón de migrantes
Por otra parte, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. notificó a más de 500 mil migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela sobre la cancelación de su permiso humanitario de residencia y trabajo, otorgado en los últimos dos años bajo el programa CHNV.
Los beneficiarios fueron instados a autodeportarse voluntariamente, con un incentivo económico de mil dólares y un vuelo gratuito, según informó la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
Advirtió:
“Si no se van, los encontraremos, arrestaremos y deportaremos”.
El fin de este programa marca un endurecimiento de la política migratoria bajo la administración actual, y ha generado fuertes reacciones tanto dentro como fuera del país.