Lo que debía ser una noche de fiesta histórica para el Paris Saint-Germain (PSG) terminó en caos y violencia. Tras la victoria del equipo francés en la final de la Champions League, los festejos en distintas ciudades del país se transformaron en disturbios, dejando dos personas muertas, más de 500 detenidos y casi 200 heridos, según informó el Ministerio del Interior.
Uno de los fallecidos fue un joven de 17 años apuñalado en Dax, mientras que en París, un hombre de 23 años murió atropellado mientras circulaba en patinete eléctrico. También se reportó el atropello de una familia en Grenoble, con dos heridos graves.
En París, los Campos Elíseos y zonas cercanas al estadio Parc des Princes fueron escenario de enfrentamientos entre grupos violentos y la policía. Hubo saqueos, quema de vehículos y lanzamiento de fuegos artificiales y objetos contundentes contra las fuerzas del orden. Solo en la capital, se detuvo a 491 personas.
La policía desplegó 5,400 agentes, utilizó cañones de agua y gas lacrimógeno, e informó que muchos detenidos portaban explosivos caseros o material pirotécnico.
El ministro del Interior, Bruno Retailleau, condenó los hechos:
“Los verdaderos aficionados celebraron con orgullo. Los vándalos, en cambio, convirtieron la noche en violencia”.
A pesar de los disturbios, la mayoría de los hinchas festejó de manera pacífica, con cantos, bailes y bocinazos. La Torre Eiffel se iluminó con los colores del PSG, y el presidente Emmanuel Macron celebró el triunfo en redes sociales.
El club parisino tiene previsto un desfile oficial este domingo en los Campos Elíseos, bajo estrictas medidas de seguridad. Además, Macron recibirá al equipo en el Palacio del Elíseo.
Mientras el PSG festeja su primera Champions, Francia enfrenta cuestionamientos por la falta de control ante un festejo que terminó manchado por la violencia.