María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, acusó el jueves a Francia y Reino Unido de elaborar planes para una "intervención militar en Ucrania" disfrazada como una misión de mantenimiento de la paz.
Zajárova advirtió que tal acción podría desencadenar un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN. La acusación de Rusia coincide con una serie de reuniones diplomáticas en Europa.
En la madrugada del mismo día, el presidente francés, Emmanuel Macron, conversó por teléfono con el presidente estadounidense, Donald Trump, antes de la cumbre en París, que reunió a una treintena de líderes para discutir un enfoque común sobre el conflicto en Ucrania.
Macron y el primer ministro británico, Keir Starmer, lideran una nueva iniciativa denominada "coalición de dispuestos", surgida en el marco de los esfuerzos diplomáticos impulsados por Estados Unidos para encontrar una posible tregua.
Starmer, por su parte, criticó al presidente ruso, Vladimir Putin, asegurando que, a diferencia de Zelenski, Putin "no se toma en serio las negociaciones".
En su opinión, las promesas de Putin se han demostrado vacías, ya que sus fuerzas continúan con los ataques devastadores en Ucrania a pesar de los avances en los diálogos.
Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció nuevos ataques aéreos rusos en Kiev. Según Zelenski, Rusia lanzó casi 150 drones durante el fin de semana, una cifra que calificó como parte de una "realidad diaria".
El mandatario también destacó que Rusia ha utilizado más de 1,580 bombas aéreas guiadas y cerca de 1,100 drones de ataque solo esta semana.
Zelenski subrayó que muchos de estos proyectiles son fabricados en el extranjero, y pidió que las sanciones contra Rusia sean más estrictas, comenzando por eliminar cualquier laguna legal que permita a Moscú eludir las penalizaciones.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso reportó que sus defensas antiaéreas derribaron 59 drones ucranianos, que causaron la muerte de una persona en la región sureña de Rostov, cercana a Ucrania.
Según el parte oficial, los drones atacaron varias ciudades rusas, entre ellas Rostov, Ástrajan, Vorónezh, Volgograd, Crimea, Kursk y Sarátov.
Estos ataques ocurren en un contexto de complejas negociaciones entre Rusia y Ucrania, mientras ambos países se acusan mutuamente de obstaculizar los esfuerzos de paz liderados por Estados Unidos y otras naciones.