De acuerdo con el doctor Hugo Córdoba Gutiérrez, quien hasta hace unos días presidía el consejo, “ni yo, como tampoco la señora Cristina Alvabera de Aguilar, quien era la tesorera, tocaron un solo peso, porque todo lo tenía controlado el delegado desde Cuernavaca y la contadora Blanca Yáñez, que es quien le hacía todas las operaciones financieras”.

Añadió que en consecuencia, “nosotros pedimos removerla porque no estaba pareciendo cómo estaba manejando el dinero, pero la decisión fue que no era posible”.

Por ello, dijo, “decidimos renunciar, porque nos avasalló de una manera poco institucional, muy grosera y sin tener ningún respeto a los reglamentos, luego de apenas seis meses de trabajo”.

Córdoba Gutiérrez señaló que a su llegada encontraron las instalaciones en condiciones deplorables, “y estábamos preparando el quirófano después de ocho años sin funcionar, pusimos laboratorio de análisis clínicos, óptica, atención dental”.

Asimismo, reiteró: “Tomamos posesión el primero de enero, pero en seis meses ha dicho que no dimos el ancho, cuando encontramos a la Cruz Roja en unas condiciones deplorables y estábamos armando todos lo necesario para realizar actividades quirúrgicas que llevaba ocho años el quirófano cerrado”.

Finalmente, agregó que “ya teníamos armado, ya habíamos puesto el laboratorio con tomas de análisis clínicos, óptica, atención dental, toda la restructuración, y al señor se le hizo poco con el pretexto de que no trabajamos y la situación quizá haya sido otra que no nos interesa”.