Alfonso Enríquez Morales, padre de familia de la escuela, señaló que “a partir de que ingresó la profesora, se han venido desarrollando una serie de conflictos, debido a la prepotencia y a la mala educación que están ejerciendo y sobre todo a las amenazas que está incurriendo en contra de lagunas madres de familia”.

Consultado al respecto, añadió: “Son amenazas de que si no se hace lo que se impone, como entrega de dinero para los sanitarios y otras cooperaciones, se sacará a los niños de la escuela.

“Estamos de acuerdo en cooperar, pero de acuerdo a la economía que tenemos, siempre hemos participado. Pero en cada reunión se nos pide dinero y ya estamos cansados y dispuestos a pedir a través de una vía la destitución, pues nuestros hijos son maltratados en la institución”, observó.

Asimismo, añadió que “la pueden cambiar de esta escuela, no queremos que se le quite el empleo, sino que deje el cargo de directora en este sitio”.

Momentos previos, la supervisora Teodora Flores Escobar se acercó hasta el acceso a la escuela e invitó a los padres a llevar a sus hijos a un sitio alternativo, sin mostrar interés por buscar una solución a la problemática.

A lo que estableció: “No es correcto que una autoridad venga y diga que todo está bien, cuando se tiene que afectar a los cerca de 200 alumnos”.

Respecto a las constantes cooperaciones que dijo les son solicitadas, señaló que éstas se suman a las entregadas anteriormente; “dimos una cooperación, supuestamente voluntaria, de 400 pesos los de nuevo ingreso y de 300 pesos los de reinscripción, sin que haya un informe del gasto y no se nos ha dado una explicación de los gastos; pero seguimos cooperando, por las presiones que tenemos para que nuestros hijos sigan en la escuela”.

A su parecer, “las garantías individuales se están violentando porque si un niño no trae una corbata, la cual fue impuesta, no tiene derecho a la educación. Se le impide el acceso e igual sucede sino trae sus tenis totalmente blancos; si traen una línea negra o azul, se les impide la educación”, denunció.

“Me molesta que no tengan clases los niños y de hecho estamos presentando copias de estas quejas al director del IEBEM, además de otras instancias y a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos, pero desgraciadamente ustedes fueron testigos de que la supervisara violentó un poco al intentar dividir a los padres de familia.”

Minutos después de la entrevista, la supervisora regresó al acceso al plantel y solicitó a los padres de familia establecer una comunicación, por lo que éstos acordaron formar una comisión en busca de una negociación, “pero con la idea de que no aceptarán nuevamente a la directora”.