Comerciantes de prendas tradicionales de fin de año reportan una baja en las ventas respecto a años anteriores; sin embargo, se mantiene e incluso crece la preferencia por los artículos de color amarillo, relacionados con el deseo de prosperidad económica, mientras que las prendas rojas, asociadas al amor, han perdido demanda.
Josefina Salinas, comerciante del ramo, explicó que aunque la tradición continúa, los consumidores ahora priorizan el dinero sobre el amor, lo que ha provocado que el color amarillo sea el más vendido y que las prendas rojas se queden en inventario.
Detalló que los compradores buscan principalmente opciones económicas, con precios de alrededor de 20 pesos, dejando de lado las prendas de mayor calidad que cuestan entre 40 y 50 pesos. Tanto hombres como mujeres participan en esta tradición, destacando que los hombres también adquieren mayormente prendas amarillas.
Estimó que las ventas han alcanzado entre el 70 y 80 por ciento de lo esperado, reflejando un cambio claro en las preferencias de la población, que hoy apuesta más por la estabilidad económica que por el simbolismo del amor.


