La falta de castigos efectivos para quienes intentan asesinar a una mujer en Morelos mantiene en estado de indefensión a miles de víctimas y sus familias. Los ataques que no culminan en feminicidio suelen reclasificarse como simples lesiones o violencia familiar, una práctica que, de acuerdo con organizaciones y legisladoras, permite que agresores de extrema peligrosidad evadan consecuencias reales.

Ante esta brecha legal, la diputada Jazmín Solano López, integrante de la Comisión de Participación Ciudadana y legisladora de Morena, anunció la iniciativa Ley de Tentativa de Feminicidio, que busca incorporar esta figura directamente en el Código Penal del estado.

“Es indispensable que quien intente matar a una mujer pueda recibir hasta 30 años de prisión. Esta herramienta no existe hoy ni en Morelos ni en ningún otro estado del país”, señaló la diputada, al destacar la urgencia de una reforma que atienda la “antesala del feminicidio”.

La iniciativa será presentada en la próxima sesión del Pleno, y las diputadas esperan aprobarla dentro del marco de los 16 Días de Activismo contra la Violencia hacia las Mujeres. Según Solano López, las diez legisladoras del Congreso se han comprometido a que las iniciativas impulsadas en este periodo queden aprobadas y publicadas.

La diputada recordó que Morelos se encuentra bajo alerta de violencia de género en ocho municipios, una condición que evidencia el nivel de riesgo para las mujeres en la entidad; subrayó que en México 11 mujeres son asesinadas al día, cifra que refuerza la necesidad de nuevas herramientas legales.

Además de su discusión en el Congreso local, el proyecto será enviado al Congreso de la Unión con el fin de buscar su reconocimiento a nivel nacional.

“Cuando un agresor sepa que intentar asesinar a una mujer puede costarle hasta 30 años de prisión, estaremos enviando un mensaje claro y contundente”, afirmó Solano López.

La legisladora sostuvo que este cambio normativo podría contribuir a contener la violencia extrema, cerrando una brecha legal que hoy permite que los intentos de feminicidio queden prácticamente sin castigo.