Magistrado presidente defiende la actuación y autonomía de jueces ante críticas por liberaciones de supuestos delincuentes detenidos; resoluciones son fundadas y motivadas, afirma.
El magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Juan Emilio Elizalde Figueroa, afirmó que no existe confrontación ni pleito con nadie y que, cuando alguien hace bien o mal su trabajo, obtiene los resultados que merece.
En rueda de prensa, defendió la independencia y autonomía de las personas juzgadoras para emitir sus fallos, tras las constantes críticas y recientes declaraciones del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Miguel Ángel Urrutia Lozano, quien acusó que mientras la Policía y la fiscalía detienen a delincuentes, los jueces los liberan.
Elizalde Figueroa consideró que las autoridades que convergen en la cadena de procuración y administración de justicia están en su derecho de apelar las resoluciones que no les son favorables, para que sean revisadas por instancias jurisdiccionales superiores y se determine si los jueces de origen dictaminaron conforme a la ley, y en el supuesto de encontrar irregularidades o errores en las resoluciones, se apliquen las medidas sancionadoras correspondientes.
Cuestionado sobre si además de los recursos de apelación en contra de las liberaciones de supuestos delincuentes detenidos en cateos u operativos, se han promovido quejas contra jueces ante la Junta de Administración, Vigilancia y Disciplina, expresó que durante el mes que lleva al frente del TSJ no hay ni una sola queja contra algún juzgador promovida por la Fiscalía General de Justicia u otra autoridad.
Insistentemente cuestionado sobre las reiteradas críticas de la SSPC hacia el Poder Judicial, particularmente contra los jueces de control y penales, dijo que no existen ni pleitos ni confrontaciones con ninguna autoridad, y que los jueces hacen su trabajo con autonomía e independencia y emiten sus resoluciones fundadas y motivadas con base los argumentos jurídicos que las partes presentan.
"Yo te diría que la verdad, tal confrontación desde el punto de vista del Tribunal Superior de justicia no existe, nosotros no traemos pleito con nadie, ni estamos juzgando el trabajo de nadie, lo que se ve es obviamente la consecuencia de los resultados. Si tú haces bien tu trabajo, obviamente vas a tener los resultados que tú quieres, y si tu trabajo adolece de algo que la ley exige, indudablemente no vas a obtener los resultados que tú quieres. El marco normativo, es muy claro: si tú te apegas a él, indudablemente no tiene por qué haber problemas, la cuestión es cómo lo presentas".
Recalcó que las decisiones de cada juez deben ser fundadas y motivadas con base en el marco de la ley, por lo tanto, "no estamos hablando de personas que toman decisiones a su libre albedrío, de ahí entonces que al caso de la autoridad que se duele de que no se le dio lo que pide, o que no obtuvo el resultado de su trabajo que esperaba, indudablemente está sujeto a recursos y en este caso a las apelaciones".
De esta manera, el Poder Judicial fijó su postura hacia las constantes críticas que recibe de otras autoridades y en las que responsabilizó implícitamente también a la FGE, a través de sus agentes de Ministerio Público, al no cumplir con los requisitos procedimentales previstos en la ley y al no aportar los elementos probatorios suficientes para que los jueces, de ser procedente, dicten vinculaciones a proceso y las respectivas medidas cautelares.