La pareja compartió su proceso para preparar palomitas con maíz cultivado en Japón.
Una pareja mexico-japonesa ha conquistado a miles de internautas tras viralizarse un video en el que muestran cómo cultivan maíz mexicano en Japón y lo convierten en un negocio familiar de palomitas artesanales.
La historia de Yukita-chan, creadora de contenido japonesa, y su esposo mexicano Giovani se ha convertido en un símbolo de amor, trabajo en equipo y orgullo por las raíces mexicanas.
En el clip compartido en TikTok, la pareja aparece en su cocina mientras preparan las palomitas con el maíz que ellos mismos cosecharon. “Vamos a hacer palomitas”, dice emocionada Yukita, mostrando los granos dorados que su esposo cultivó. Giovani, sorprendido, responde: “¿Eso qué es?”, a lo que ella contesta: “Maíz de palomita que cosechaste tú”.
@yukita.chan Por fin llegó momento de probarlo 😎🔥🌽 @giordany.chan ♬ sonido original - Yuka chan
El intercambio entre ambos ha generado ternura y risas entre los usuarios, quienes celebran la manera natural y divertida en que mezclan dos culturas distintas. Mientras el aceite se calienta, Giovani bromea:
“Wacha, qué belleza de maíz. Sí, se le pegaron ahí unos criollos, ¿no?”, y segundos después, los granos comienzan a reventar. Yukita grita emocionada: “¡Ah! ¡Ya va a brincar!”, y ambos se apresuran a tapar la olla mientras las palomitas saltan por todos lados.
Entre risas y comentarios en español y japonés, Giovani añade: “Muévele bien, muévele bien. Chacateale”, mientras Yukita le responde riendo: “Esto para mitad”. “¿No me vas a dar?”, pregunta él, y ella concluye el trato con un tierno: “Mitad y mitad. Trato hech“.
Más allá del momento viral, el video refleja el proyecto que iniciaron hace meses: sembrar maíz criollo mexicano en suelo japonés y promover productos hechos a mano bajo el concepto de “sabores que cruzan fronteras”. Sus palomitas se venden en ferias locales y en línea, combinando ingredientes tradicionales de México con toques japoneses como salsa de soya y alga nori.
El éxito del video ha inspirado a otros migrantes y parejas multiculturales, quienes ven en Yukita y Giovani un ejemplo de cómo el amor puede cultivar, literalmente, nuevas raíces lejos de casa.
