Un joven español de 30 años que se identifica como persona transedad de 65 años ha generado polémica y debate en redes sociales al exigir acceso a la jubilación.
Un video que se volvió viral en TikTok desató la discusión. En la grabación, el hombre asegura sentirse con 65 años y pide que se le concedan los beneficios correspondientes. El clip fue publicado por la creadora de contenido @carolinacazadora3, quien invitaba a los participantes a “quejarse de algo públicamente”.
Durante la dinámica, el joven sorprendió al declarar: “No me quieren dar los papeles de la jubilación para jubilarme”. Ante la reacción de la tiktoker, explicó:
“Mi edad biológica son 30 años, pero me identifico con 65. Creo que no debería importarnos tanto la edad biológica, sino cómo se siente realmente una persona”.
Sus comentarios generaron todo tipo de reacciones, desde burlas hasta apoyos. Algunos usuarios bromearon con frases como “si logran jubilarse con pensión, avisen” o “la ley debe aplicarse incluso para quienes se identifican como ancianos”. Otros criticaron duramente la situación, asegurando que se está perdiendo el sentido común.
@carolinacazadora3 Tiene 65 años 😱
♬ sonido original - Carolina Cazadora
¿Qué es la transedad?
El término “transedad” se refiere a personas que sienten desconexión con su edad cronológica y se identifican con otra distinta. Aunque es un concepto poco estudiado y polémico, no es la primera vez que aparece en la esfera pública.
Uno de los casos más conocidos es el de Stanley Thornton, un hombre de 44 años en California que se identifica como un bebé, durmiendo en cuna, usando pañales y bebiendo en biberón. Otro ejemplo es Jackie, un japonés de 39 años que dice sentirse de 28, argumentando que la edad biológica no define el potencial de una persona.
Aunque no existe consenso médico ni legal sobre la transedad, el debate sigue creciendo. Para algunos, representa una nueva forma de identidad; para otros, un absurdo difícil de tomar en serio.
Mientras tanto, el joven español continúa exigiendo que se reconozca su identidad y que pueda jubilarse como cualquier persona de 65 años, planteando una interrogante cada vez más frecuente: ¿puede la percepción personal modificar la realidad legal?
