Si este año quieres darle un giro a la cena de Navidad, el pollo enchilado es una alternativa ideal. Tiene un toque picosito, aromas intensos y ese sabor mexicano que combina perfecto con las fiestas decembrinas, sin complicaciones en la cocina.
La mesa navideña suele estar dominada por pavo o lomo, pero existen platillos sencillos y rendidores que también pueden robarse el protagonismo. El pollo enchilado es uno de ellos: una preparación reconfortante, fácil de hacer en casa y con ingredientes accesibles que lo convierten en una gran opción para compartir.

El secreto de este platillo está en el adobo. Elaborado con chiles guajillo, jitomate y especias, aporta un picor equilibrado y mucho aroma. Al hornearse, el pollo se impregna de la salsa, logrando una carne suave por dentro y una piel bien dorada. En esta receta, además, se rellena con verduras que se cocinan junto con la proteína, creando un acompañamiento lleno de sabor.
Para obtener un buen resultado, la cocción es clave. El pollo debe hornearse cubierto con papel aluminio durante la mayor parte del tiempo para conservar la jugosidad y destaparse al final para dorar. Se recomienda calcular 30 minutos de horno por cada kilo de peso y, de ser posible, usar un termómetro de cocina: la temperatura interna debe superar los 74 °C en la parte más gruesa.
Ingredientes
- 8 chiles guajillos
- 4 jitomates asados
- 1 cebolla
- 5 dientes de ajo
- 1/2 taza de vino blanco
- 1 taza de jugo de naranja
- 2 cucharaditas de orégano
- Sal y pimienta al gusto
- 1 pollo entero
- 1/2 taza de mantequilla sin sal, pomada
- 2 tazas de zanahoria en cubos
- 2 tazas de papa en cubos
- 2 tazas de brócoli en trozos medianos
- 2 tazas de coliflor en trozos medianos

Preparación
Precalienta el horno a 180 °C. Limpia los chiles y remójalos en agua caliente hasta que se suavicen. Asa los jitomates, la cebolla y el ajo. Licúa los chiles con las verduras asadas, el vino, el jugo de naranja, el orégano, sal y pimienta hasta obtener un adobo terso.
Unta la mantequilla por dentro y por fuera del pollo, masajeando bien la piel. Baña con el adobo usando una brocha, asegurándote de cubrir todo. Rellena con parte de las verduras y coloca el resto alrededor en una charola. Hornea el tiempo necesario según el peso. Al final, deja reposar unos minutos antes de cortar y servir.
El relleno puede adaptarse a tu gusto, siempre que esté bien cocido antes de usarlo. En el caso de las verduras, deben ir crudas, ya que se cocinarán durante el horneado. Para evitar que el pollo se reseque, se puede barnizar con un poco de adobo cada media hora, excepto en la última etapa, cuando se destapa para dorar.
