Consumir papaya con frecuencia puede convertirse en una forma sencilla y agradable de cuidar el corazón. Esta fruta tropical, conocida por su dulzor y consistencia suave, ha ganado relevancia por su capacidad para apoyar la salud cardiovascular y ayudar a controlar el colesterol.
Especialistas de la Cleveland Clinic y la American Heart Association señalan que su composición nutricional la vuelve una opción eficaz para prevenir padecimientos como hipertensión, infarto y accidente cerebrovascular.

¿Qué aporta la papaya y por qué beneficia al corazón?
Su contenido de fibra soluble destaca por su efecto para reducir parcialmente la absorción de grasas dañinas y disminuir el colesterol LDL. A ello se suman antioxidantes como vitaminas A, C y E, además del licopeno, que protegen a las células del daño oxidativo y disminuyen la inflamación arterial, un factor clave en la formación de placas que comprometen el flujo sanguíneo.
El potasio presente en esta fruta también es fundamental: contribuye a relajar los vasos sanguíneos, favorece la circulación y ayuda a mantener la presión arterial en niveles adecuados.
Una papaya mediana ofrece alrededor de cinco gramos de fibra, más del 100% del requerimiento diario de vitamina C y una cantidad notable de potasio, nutrientes esenciales para el funcionamiento del sistema cardiovascular.

Recomendaciones de los especialistas
Los expertos sugieren consumirla fresca, especialmente en desayunos, ensaladas o licuados naturales, para mejorar la circulación y regular los niveles de homocisteína, una sustancia vinculada con un mayor riesgo de enfermedades del corazón.
Aunque las semillas también contienen compuestos valiosos, se recomienda ingerirlas con moderación, ya que su consumo excesivo podría generar malestar digestivo.
En suma, integrar papaya a la alimentación diaria es una manera accesible y deliciosa de impulsar una mejor salud cardiovascular.
