Aprovecha las propiedades del jengibre y la cúrcuma con estos dulces que ayudan a aliviar molestias propias del resfriado, como la tos y la irritación.
Con la llegada del invierno, las afecciones respiratorias suelen aparecer sin previo aviso. La garganta es una de las zonas que primero resiente los cambios de clima, por lo que el dolor, la sequedad o las flemas se manifiestan con facilidad. Aunque existen múltiples productos para reducir estas incomodidades, los remedios preparados en casa siguen siendo una alternativa reconfortante, especialmente cuando se elaboran con ingredientes simples y llenos de sabor.

Esta receta es práctica y rápida, ya que no requiere técnicas complicadas ni una larga lista de elementos. Bastan miel, limón y algunas especias comunes en la cocina para obtener unos caramelos que brindan alivio y una sensación de confort. Además, puedes preparar una buena cantidad y conservarlos para usarlos cuando sea necesario.
Para lograr la consistencia adecuada es importante llevar el almíbar a 150 °C. Lo ideal es contar con un termómetro para azúcar, pero si no tienes uno, puedes guiarte por el aspecto del jarabe: debe verse dorado intenso, espeso y casi sin rastro de agua. Si viertes una gota en agua fría, escucharás un pequeño crujido y se formarán hilos rígidos y quebradizos.
Caramelos para calmar la garganta
- 1 taza de miel pura o cruda
- 2 cucharadas de jugo de limón recién exprimido
- 1 cucharada de jengibre fresco rallado
- 1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo
- 1 pizca de pimienta negra recién molida
- 2 cucharadas de azúcar glass

Preparación:
1._ Mezcla la miel, el limón, el jengibre, la cúrcuma y la pimienta en una cacerola pequeña de paredes altas.
2._ Cocina a fuego bajo durante 15 minutos o hasta alcanzar los 150 °C.
3._ Retira del fuego y vierte de inmediato en un molde de silicón para caramelos.
4._ Deja enfriar a temperatura ambiente y desmolda.
5._ Espolvorea con azúcar glass para evitar que se peguen y guarda en un frasco.
Los moldes de silicón son ideales porque resisten sin problema el calor del azúcar, aunque debes manipular la mezcla con cuidado. Si no cuentas con ellos, puedes usar un recipiente amplio cubierto con una capa gruesa de fécula de maíz. Forma pequeños huecos con un dedo o el reverso de una cuchara y vierte ahí el jarabe; al endurecer, obtendrás dulces firmes y listos para disfrutarse.
Recuerda que estos caramelos funcionan como un apoyo para disminuir las molestias de la garganta irritada o el ardor derivado de la tos y los resfriados. Sin embargo, no sustituyen ningún tratamiento médico. Si presentas síntomas persistentes o alguna enfermedad respiratoria, consulta a un profesional de la salud para recibir la atención adecuada.
