Con la llegada del frío, es habitual que se intensifiquen las alergias respiratorias. Las bajas temperaturas favorecen la congestión, la obstrucción nasal, el lagrimeo y, por supuesto, los episodios de rinitis o asma, síntomas que en ocasiones se confunden con una gripe. Sin embargo, existe una diferencia clara que conviene identificar.

¿En qué consiste la rinitis alérgica de invierno?

El Hospital Universitari General de Catalunya señala que este tipo de rinitis suele parecerse a un resfriado debido a la mucosidad, el picor ocular y los estornudos. No obstante, a diferencia de una infección viral, no es contagiosa. Se trata de una reacción del sistema inmunológico ante alérgenos presentes en interiores o al aire libre, como el polen, los ácaros del polvo o las proteínas que desprenden mascotas como perros y gatos.

Síntomas más frecuentes

De acuerdo con Mayo Clinic, entre las señales más comunes se encuentran:

• Goteo y congestión nasal
• Ojos llorosos, enrojecidos y con picazón
• Estornudos constantes
• Tos
• Comezón en nariz, paladar y garganta
• Fatiga
• Hinchazón en la piel

Consejos para reducir las molestias

IPI Asac México explica que la combinación de humedad y frío facilita la aparición de alergias invernales. Para disminuir los síntomas, recomienda:

• Mantener un ambiente interior seco.
• Usar humidificadores para regular la humedad dentro del hogar.
• Ventilar las habitaciones todos los días.
• Evitar actividades al aire libre que remuevan polen, como cortar el césped o barrer terrazas.
• Permanecer en casa durante jornadas con mucho viento.

Adoptar estos cuidados puede marcar una gran diferencia durante los meses más fríos y ayudar a sobrellevar mejor esta condición estacional.