Con el descenso de las temperaturas —especialmente en el norte del país, donde se prevé una temporada invernal más fuerte de lo habitual— muchas familias buscan formas de mantener el calor sin incrementar sus gastos. Existen alternativas prácticas que permiten conservar mejor la temperatura interior, aprovechar la energía disponible y bloquear las corrientes de aire que suelen enfriar el hogar.

A continuación, se comparten recomendaciones sencillas que pueden aplicarse de inmediato y que ayudan a mejorar la sensación térmica dentro de la vivienda.

Materiales caseros que ayudan a retener el calor

Según información difundida por la BBC, colocar papel aluminio detrás de radiadores o fuentes de calor contribuye a reflejar la temperatura hacia el interior, evitando que se pierda por paredes frías. De igual manera, las cortinas gruesas o con aislante térmico funcionan como barrera en ventanas y puertas. Si no se cuenta con este tipo de telas, materiales como polar o incluso cortinas de baño pueden utilizarse como refuerzo adicional.

Cómo aprovechar la luz del sol

Durante el día, es recomendable abrir cortinas y persianas para permitir que la luz solar caliente los espacios, ya que es una fuente natural, gratuita y efectiva. Cuando anochece, cerrar nuevamente ventanas y cortinas ayuda a conservar el calor acumulado y disminuye el enfriamiento nocturno, lo que mejora la temperatura interior sin necesidad de utilizar más energía.

Formas de evitar corrientes de aire

Las filtraciones suelen entrar por pequeñas aberturas en puertas, cerraduras o rendijas. Colocar cepillos, protectores móviles o selladores básicos bloquea la entrada de aire frío. También puede colocarse una tela gruesa en la parte inferior de la puerta para reforzar el aislamiento y mejorar la sensación térmica en las habitaciones.

La distribución del calor y los muebles

La ubicación del mobiliario influye directamente en cómo circula el calor. Si se colocan muebles grandes frente a un radiador, se reduce de manera considerable su funcionamiento. Lo ideal es mantener la zona libre y, si es posible, instalar una repisa encima para dirigir el aire caliente hacia dentro del espacio. Es importante evitar colocar objetos sobre los radiadores, pues esto impide la salida adecuada del calor.

Ajustes simples para conservar la temperatura

Utilizar temporizadores o regular el termostato resulta más eficiente que mantener la calefacción funcionando todo el día. Cerrar habitaciones poco utilizadas permite concentrar el calor en áreas específicas. Mantener las puertas cerradas dentro de la casa también limita el desplazamiento del aire frío entre una habitación y otra.