El otoño invita a disfrutar de los aromas hogareños y sabores cálidos que evocan tradición. Entre ellos, nada tan reconfortante como una mermelada casera elaborada con ingredientes de temporada. Esta receta combina naranja, guayaba y flor de cempasúchil, una mezcla que captura la esencia de la estación y el espíritu del Día de Muertos.

El toque cítrico de la naranja, la suavidad de la guayaba y el perfume floral del cempasúchil se equilibran a la perfección, dando como resultado una preparación ideal para untar en pan, acompañar galletas o añadir a un yogur.
Además de su exquisito sabor, esta mermelada ofrece beneficios nutritivos: la naranja es fuente natural de vitamina C, la guayaba favorece la digestión y el cempasúchil —utilizado en su forma comestible— aporta un aroma cálido que remite a nuestras raíces culturales.
Ingredientes:
- 4 guayabas maduras
- 2 naranjas grandes (su jugo y ralladura)
- 2 flores de cempasúchil (solo los pétalos, limpios y sin tallo)
- ½ taza de azúcar mascabado
- ½ taza de agua
- 1 cucharadita de jugo de limón

Preparación:
Lava las guayabas, retira las semillas y córtalas en trozos pequeños. En una olla, mezcla las guayabas con el jugo de naranja, el agua y el azúcar mascabado. Cocina a fuego medio durante 20 minutos, hasta que la fruta se ablande y el líquido espese.
Agrega los pétalos de cempasúchil y la ralladura de naranja. Cocina por cinco minutos más para que desprendan su aroma y color. Retira del fuego y deja reposar unos minutos.
Si prefieres una textura más suave, licúa la mezcla brevemente. Vierte la mermelada en frascos de vidrio esterilizados y refrigérala. Podrás conservarla hasta por dos semanas.
Esta preparación es una forma deliciosa de llenar tus mañanas con el sabor del otoño y un toque de tradición mexicana.
