Las lluvias e inundaciones afectan el desempeño de los neumáticos, por lo que es importante que los conductores preparen sus vehículos para enfrentar charcos, baches y superficies resbaladizas. Mantener la presión adecuada de las llantas es clave para evitar accidentes como el aquaplaning.
Según Ford, el aquaplaning ocurre cuando un automóvil circula sobre una superficie mojada y las llantas no logran evacuar el agua, creando una capa que hace perder tracción. Este fenómeno se intensifica por exceso de lluvia, drenaje deficiente de la carretera, maniobras bruscas o velocidades altas.
Tire Rack realizó una prueba con dos autos idénticos sobre pavimento húmedo, uno con presión de llantas inferior a la recomendada y otro ajustado según el fabricante. El vehículo con poca presión presentó conducción inestable y aquaplaning, mientras que el que cumplía con los niveles adecuados ofreció mayor control y seguridad.
Además de la presión, es esencial revisar la banda de rodamiento de los neumáticos. Los surcos desgastados reducen la tracción y aumentan el riesgo de perder el control del auto.
En promedio, el blog de KIA señala que la presión adecuada es de 30 psi para autos pequeños, 36 psi para medianos y 42 psi para vehículos grandes. No obstante, lo más recomendable es consultar el manual del usuario para conocer los valores específicos de cada automóvil.
Consejos para conducir seguro en temporada de lluvias:
- Mantén la presión de los neumáticos según el fabricante.
- Revisa el estado de la banda de rodamiento.
- Modera la velocidad y evita maniobras bruscas.
- Selecciona el tipo de llantas adecuado y mantente atento al camino.
Un correcto mantenimiento de las llantas y una conducción prudente son determinantes para reducir riesgos y garantizar la seguridad al volante durante los días de lluvia.