El primer lunes de octubre se conmemoran dos celebraciones relacionadas: el Día Mundial del Hábitat y el Día Mundial de la Arquitectura.
Ambas fechas coinciden por decisión de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), que en 1996 buscó vincular al gremio con el desarrollo urbano sostenible promovido por la Comisión de Hábitat de la ONU en 1985. Esta visión también se conecta con el Día Mundial de las Ciudades, celebrado el 31 de octubre.
El objetivo de los arquitectos es garantizar que todas las personas del mundo tengan acceso a una vivienda digna, accesible y respetuosa con el medio ambiente. Según ONU-Hábitat, se calcula que para 2030 cerca de 3.000 millones de personas, equivalentes al 40% de la población global, necesitarán contar con un hogar adecuado.
La construcción de estas viviendas requiere planificación de servicios públicos, especialmente en acueductos, saneamiento y redes eléctricas, para evitar saturaciones o colapsos en los sistemas de cada país.
La situación se agrava por el atraso en muchos lugares: aproximadamente el 80% de la población vive en asentamientos precarios, donde se carece de servicios básicos y de condiciones mínimas de vida. En África subsahariana son 199,5 millones de personas; en Asia meridional, 190,7 millones; y en Latinoamérica y el Caribe, 110,7 millones, entre otras regiones.
Este año, los arquitectos centran su atención en propuestas que permitan a estas comunidades tener un hogar digno. Sus proyectos serán presentados el 7 de octubre ante la ONU y las organizaciones locales encargadas de la celebración.
Cómo celebrar el Día Mundial de la Arquitectura
La mejor manera de sumarse a esta conmemoración es participando en los eventos organizados. Cada año, los arquitectos muestran proyectos innovadores que buscan viviendas ecoamigables, fomentan un entorno más limpio y verde, y promueven la sostenibilidad urbana.