La temporada de lluvias puede dejar un recuerdo desagradable: el característico olor a humedad en ropa y zapatos. Este aroma no lo causa el agua, sino el moho y las bacterias que prosperan en ambientes húmedos y poco ventilados. Para eliminarlo, no basta con enmascararlo; es necesario erradicar los microorganismos y absorber la humedad residual.
Zapatos mojados
El calzado es un ambiente ideal para bacterias. Secarlos correctamente es fundamental:
Secado al aire: Retira plantillas y cordones, rellena el interior con papel absorbente y cámbialo cada pocas horas. Evita fuentes de calor directo.
Neutralizar olores: Espolvorea bicarbonato de sodio en el interior durante la noche; puedes añadir unas gotas de aceite esencial de árbol de té para potenciar el efecto.
Desinfección: Rocía alcohol isopropílico al 70% en zonas húmedas para eliminar bacterias.
Congelación: Para olores persistentes, coloca los zapatos en una bolsa plástica y congélalos toda la noche; al descongelar, muchas bacterias estarán inactivas.
Ropa con olor a humedad
Si el mal olor persiste tras el lavado, prueba estas opciones:
Vinagre blanco: Añade ½ a 1 taza al ciclo de enjuague; su ácido acético mata bacterias y disuelve residuos de jabón.
Bicarbonato: Remoja la ropa en agua tibia con ½ taza de bicarbonato varias horas o toda la noche antes del lavado.
Sol: Secar la ropa al sol elimina bacterias y moho de forma natural.
Productos especializados: Detergentes deportivos o enzimáticos descomponen moléculas de olor persistentes.
Prevención
1._ Secar ropa y calzado inmediatamente.
2._ Lavar con vinagre o bicarbonato regularmente.
3._ Desinfectar con alcohol o luz solar, no solo perfumar.
4._ Guardar en lugares secos y ventilados, evitando plásticos herméticos.
Con estos métodos prácticos y respaldados por expertos, es posible despedirse del olor a humedad y disfrutar de la temporada de lluvias sin sus consecuencias olfativas.