Prepárate para disfrutar de un postre irresistible: un cheesecake de chocolate sin necesidad de hornear. Cremoso, rápido y perfecto para cualquier momento. Ideal para compartir con seres queridos o disfrutar solo sin complicaciones.
El cheesecake es un clásico que nunca falla, y si lleva chocolate, se vuelve aún más especial. Esta versión sin horno es ideal para quienes buscan algo rico sin usar el horno, ideal para días calurosos o cuando el tiempo es limitado.
Una de sus mayores ventajas es que no requiere conocimientos avanzados de repostería ni ingredientes difíciles de conseguir. Con una base crocante y un relleno suave con sabor intenso a chocolate, este postre es ideal para celebraciones o para darte un gusto sin salir de casa.
Al no llevar cocción, puedes hacerlo con anticipación y conservarlo en el refrigerador hasta el momento de servir. Su textura ligera y el sabor profundo a chocolate lo hacen favorito de grandes y chicos.
Ingredientes:
Base:
• 200 g de galletas tipo María o de chocolate
• 80 g de mantequilla fundida
Relleno:
• 400 g de queso crema
• 200 ml de crema para batir
• 200 g de chocolate semi amargo
• 100 g de azúcar
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• 2 cucharadas de grenetina en polvo (disuelta en ¼ taza de agua)
Preparación:
• Base crujiente: Tritura las galletas hasta obtener una textura arenosa. Mézclalas con la mantequilla fundida y presiona la mezcla en el fondo de un molde desmontable (20-22 cm). Refrigera por 20 minutos.
• Derretir el chocolate: Funde el chocolate a baño maría o en el microondas en intervalos de 30 segundos. Deja que enfríe un poco antes de usarlo.
• Preparar el relleno: Bate el queso crema junto con el azúcar y la vainilla hasta obtener una mezcla homogénea. Incorpora el chocolate derretido y mezcla bien. Aparte, monta ligeramente la crema para batir y agrégala con movimientos envolventes.
• Añadir grenetina: Disuelve la grenetina hidratada en agua caliente. Añádela a la mezcla y revuelve bien para que se integre completamente.
• Verter y refrigerar: Saca el molde con la base del refrigerador, vierte la mezcla de queso y chocolate encima y alisa la superficie. Lleva al frío por mínimo 4 horas, o hasta que cuaje.
• Decorar y servir: Una vez firme, desmolda con cuidado. Puedes decorar con virutas de chocolate, frutas, o espolvorear un poco de cacao. Sirve frío.