Cuando hace calor, lo mejor es un postre frío y natural. La nieve de sandía es perfecta: se prepara con pocos ingredientes, sin azúcar añadida y sin necesidad de máquinas especiales.
La sandía es una fruta ideal para el verano por su sabor dulce y su alto contenido de agua. Esta receta aprovecha lo mejor de la sandía para hacer una nieve natural, refrescante y muy fácil de preparar.
Ingredientes
3 tazas de sandía sin semillas, cortada en cubos
Jugo de 1 limón grande
Chile en polvo (opcional, para un toque picosito)
Imagen tomada de Valencia Fruits
Preparación
1. Corta la sandía en cubos pequeños y quita todas las semillas. Usa una sandía madura para que la nieve quede dulce sin azúcar.
2. Coloca los cubos de sandía en una charola o bolsa hermética y congélalos durante al menos 3 horas, hasta que estén duros.
3. Pon los cubos congelados en una licuadora o procesador de alimentos, añade el jugo de limón y mezcla hasta obtener una textura suave tipo frappé o nieve.
4. Sirve de inmediato para disfrutar una nieve suave, o guarda en un recipiente hermético en el congelador para que tome una textura más firme. Si la congelas más tiempo, sácala unos minutos antes de servir para que sea más fácil de manejar.
¡Y listo! En pocos pasos tienes un postre natural, sin conservadores, ideal para combatir el calor y cuidar tu salud.
Además de ser delicioso, este postre aporta vitamina C, vitamina A y antioxidantes como el licopeno, que ayudan a proteger tu cuerpo y a mantenerte hidratado.